La asociación nacional de perfumería y cosmética (Stanpa) está desarrollando unas jornadas para aclarar qué es la cosmética natural y explicar su situación normativa actual.
Stanpa está celebrando unas jornadas técnicas lideradas por su directora técnica, Carmen Esteban, para arrojar luz sobre la cosmética natural y la cosmética orgánica. Después de comenzar este ciclo el pasado martes 4 en Barcelona, hoy continúa en Valencia y mañana en Madrid, ayudando a los fabricantes de cosméticos a discernir en qué categoría se clasifican sus cosméticos, si en la natural o en la orgánica.
Las jornadas se centran en la situación normativa actual, haciendo foco en la norma ISO 16.128, Guidelines on definitions and criteria for natural and organic cosmetic ingredients and products. Dicha norma, impulsada por un grupo de expertos de más de 30 países encabezado por Stanpa, surge para cubrir la necesidad de armonizar criterios en torno a la cosmética natural, un ámbito donde conviven diferentes estándares privados. La norma dará coherencia y reconocimiento internacional a los productos que la cumplan.
Aún en proceso de desarrollo, la norma consta de dos partes. La primera, ya publicada, recoge las definiciones de todos los términos utilizados y criterios para el uso de ingredientes naturales y orgánicos de uso en cosmética. La segunda aborda los índices y cálculos necesarios para llegar a la composición final.
«Hoy por hoy, los ingredientes están totalmente categorizados en la norma ISO 16.128. Con esta norma, un ingrediente natural tendrá el mismo sentido de forma global. En un futuro próximo, los proveedores de ingredientes naturales y orgánicos podrán dar respuesta a las demandas de sus clientes sobre la caracterización del ingrediente o extracto», explica Carmen Esteban sobre la norma que se espera sea completada y publicada en 2017. Como líder de este proyecto, la directora técnica de Stanpa añade: «El uso y cultivo de ingredientes naturales y orgánicos se verá favorecido, habrá transparencia y homogeneidad en el mercado y los fabricantes de productos cosméticos tendrán una base científica para el cálculo de los contenidos naturales y/o orgánicos de sus productos y soportar las alegaciones de los mismos».