Parfums Christian Dior ha abierto en Nueva York su cuarta tienda propia en Estados Unidos. Su particularidad es que es la primera de la marca que otorga máximo protagonismo a la cosmética de color, la categoría más dinámica del negocio de belleza en Estados Unidos.
El pasado 11 de noviembre la maison abrió al público un establecimiento propio dedicado a sus productos de cosmética decorativa, aunque también hace un hueco a sus líneas más destacadas de fragancias y cuidado de la piel. Se encuentra en el llamativo edificio Oculus del Westfield World Trade Center de Nueva York.
En sus poco más de 60 metros cuadrados, la tienda recrea un backstage de pasarela, pero con la sofisticación del más glamouroso de los escenarios, con la misión de seducir al público millenial. Luces de neón y pantallas de vídeo, que proyectan imágenes de pasarela o visuales de productos, cubren las paredes sumergiendo al cliente en una tormenta de impactos. El espacio dispone de un estudio de labios, donde los clientes pueden probar diferentes tonos y texturas de labiales, y también de seis zonas de trabajo donde se ofrecen servicios profesionales de maquillaje, diseño de cejas y pestañas o diagnóstico de la piel.
La tecnología también se pone al servicio de la experiencia: Mix & Match es una tableta donde el cliente puede cambiar y probar tonos de labios y uñas de la modelo representada.
Este punto de venta es el cuarto abierto por Dior en Estados Unidos (Las Vegas, Dallas y San José). Las perfumerías anteriores presentan un mix equilibrado entre los ejes de colorido, cuidado de la piel y fragancias, la principal categoría del negocio de la marca en belleza.
“Nuevas marcas, en particular las marcas indie, están llegando y aportando mucha innovación y creemos que Dior tiene un papel que desempeñar para hablar, para atraer y elevar el deseo de una clientela más joven”, ha reconocido el presidente de la marca en Norteamérica, Renaud Lesquen.