Las compañías Puig y Shiseido han iniciado las negociaciones para adelantar el fin de la licencia de fragancias de Jean Paul Gaultier al 1 de enero de 2016, es decir, seis meses antes de lo establecido.
Puig, propietaria de Jean Paul Gaultier desde mayo de 2011, ofrece 70 millones de euros para recuperar los derechos de propiedad intelectual sobre los perfumes de la marca y de otros activos relacionados, actualmente en manos de la filial de Shiseido, Beauté Prestige International (BPI).
A esta cantidad, añadiría una compensación adicional por adelantar el cese de la licencia, fijado el 30 de junio de 2016, más una cantidad de 20 millones de euros «sujeta la cumplimiento de una serie de condiciones acordadas por ambas partes, con el objetivo de garantizar una transición ordenada», dice el comunicado oficial.
En 1993, el diseñador francés eligió a BPI para desarrollar y distribuir las fragancias de su marca, formando una fructífera unión. Durante este largo tiempo, las fragancias de ‘L’enfant terrible» de la moda se comercializan en más de 110 países, con el masculino Le Male y el femenino Classique alcanzando primeras posiciones en el ranking de varios países europeos.
Desde la adquisición de la marca por parte de Puig en mayo de 2011, BPI sabe que tiene que contrarrestar la salida de Jean Paul Gaultier con nuevas marcas. De momento, ha incorporado Azzedine Alaïa, cuyo primer lanzamiento está previsto para este año, y Zadig & Voltaire, y se ha responsabilizado de la distribución de Burberry en Estados Unidos, Francia y España. Issey Miyake, Narciso Rodriguez y Elie Saab completan un catálogo muy especializado en grandes creadores de moda.