Entrevistas|Profesionales

Entrevista a Beatrice Aguilar, perfumista independiente

Por:
Beatrice Aguilar, perfumista independiente

«A veces, las materias sintéticas aportan más matices y permanencia que las naturales»

Entrevistamos a Beatrice Aguilar, perfumista independiente, creadora de la firma nicho Scent on Canvas.




¿Cuándo empieza su relación con el mundo de los perfumes?

En realidad más que con el mundo de los perfumes, habría que empezar por mi relación con el mundo de los olores, que comienza desde muy pequeña. Cuando era una niña jugaba a coleccionar olores en  mi cabeza. Incluso a veces tenía ganas de oler un determinado olor, como cuando tienes ganar de comer un alimento que te gusta mucho. Es más tarde cuando empieza mi relación con el universo de las fragancias.

Estudié biología en Toulouse y, después, cuando me enteré de que había una formación científica con la especialidad de perfumes, aromas y cosméticos continué mis estudios en Montpellier. Podía entrar con mis dos primeros estudios de biología y es así como inicié mi diploma de estudios universitarios científicos sobre estas materias. Cada verano hacía mis prácticas en Grasse con un perfumista.

Acabé los estudios con 21 años y entré en Puig, en la sede de Barcelona, a hacer prácticas de fin de carrera. Esta experiencia me permitió incorporarme a Dragoco, una empresa alemana que luego se fusionó con Haarmann & Reimer y se convirtió en Symrise. Desde ahí dí el salto a Eurofragance, donde estuve trabajando hasta 2009. Y en 2011 monté mi propia empresa, Scent on Canvas, una firma de perfumería nicho.

Además de esto, ahora también hago asesoría sobre perfumes y evaluación. Por ejemplo, colaboro con una empresa que se dedica al marketing olfativo. Soy la perfumista que busca los odotipos, que son como logotipos olfativos para marcas y para ambientar cadenas de hoteles, librerías, gimnasios y espacios públicos en general.

¿Cómo afronta el proceso de creación de una fragancia? ¿Qué le inspira?

La inspiración nace, sobre todo, de los viajes porque sales de tu ámbito habitual y es cuando estás más sensible a los olores. También los momentos invernales en la montaña, dar paseos por el campo… Me sugieren mucho para hacer fragancias otoñales. Otra cosa que me inspira son las materias primas nuevas, tanto naturales como sintéticas. Ahora hay unos extractos naturales nuevos con CO2 que tienen menos impurezas y me motivan mucho porque dan ganas de hacer nuevas composiciones olfativas. También me inspira la perfumería nicho tal cual, las creaciones de otros perfumistas.

¿Cómo trabaja el perfumista en el laboratorio?

Trabajas con un ordenador y una lista de ingredientes con los precios, un aspecto a tener en cuenta a menudo a la hora de componer un perfume porque estamos limitados por el coste. En ocasiones, tomas una base o una fragancia que ya tienes con la que vas jugando, el resultado lo das a pesar y escribes la fórmula sobre mil. El laboratorio te proporciona 20 gramos, lo hueles con mouillete y vas añadiendo y retocando. Una vez tienes la composición, se repite la operación y lo vuelves a dar a pesar y vuelves a probar de nuevo. Y así repites tantas veces como sea necesario.

Beatrice Aguilar, perfumista independiente
Beatrice Aguilar, perfumista independiente.

¿Qué opina sobre utilizar materias naturales y sintéticas?

En perfumería, las materias sintéticas aportan más matices y long lasting porque puedes hacer un eau de cologne fresco pero con unas notas almizcladas de fondo, para añadir permanencia a la fragancia. Me gustan tanto los ingredientes naturales como los sintéticos. Hay que tener en cuenta que muchos ingredientes sintéticos proceden de ingredientes naturales. Por ejemplo, la cumarina es un ingrediente que se encuentra en el haba tonka. Y es curioso que al incorporar un poco de cumarina al haba tonka, se resalta su mejor faceta. Lo mismo sucede con el jazmín, que si le añades hedione, que es un componente del jazmín natural, lo que sucede es que potencia su faceta suave y floral, que es la que más gusta, porque el jazmín puro a veces tiene un toque a indol que es muy desagradable. De modo que con los sintéticos puedes mejorar las materias naturales. La madera flotante, una nota olfativa que está de tendencia, en el fondo es ambroxan. Y la nota de piel caliente muchas veces es cumarina. La proporción en que deben estar en una fórmula materias naturales y sintéticas, depende de cada perfume.

¿Cuál es su materia prima favorita?

El iris me apasiona porque me recuerda a mi abuela. Es una nota apolvada, cosmética. En general, me gustan todos los perfumes que llevan iris. Me encanta el ambroxan, una nota amaderada, ambarada, que huele a limpio. Es casi un perfume. Me podría perfumar solo con ambroxan. También me gustan las notas balsámicas, envolventes, como el haba tonka, el benjuí, el bálsamo de Perú, el cipriol. No me gusta trabajar con vainilla porque no la huelo. Soy anósmica a la vainilla. La anosmia más frecuente es a los almizcles pero a mí me pasa con la vainilla y la vainillina. En cuanto a olores que no me gusten, el indol me desagrada.

Uno de sus proyectos más importantes es Scent on Canvas, ¿qué puede contarnos sobre ello?

Mi proyecto Scent on Canvas nace por mi inquietud de crear mi propio proyecto, tanto el jugo, como el packaging, el concepto… Sabía que quería hacer una marca personal, de autor y relacionarla con el arte pero hasta que no tuve clara la idea no lo hice. Me lancé a desarrollarla cuando decidí que quería ligar el perfume con la pintura y que las propias cajas de las fragancias fueran obras de arte, al ser en realidad un grabado numerado por un artista. En total, la colección se compone de cinco perfumes que se relacionan con cinco aguafuertes creadas por diferentes pintores. Entonces, cuando alguien compra uno de los perfumes también está comprando una obra de arte que es el propio packaging de la fragancia. Se pueden comprar en tiendas de perfumes nicho. En principio no tengo previsto lanzar más perfumes porque mi deseo es traspasar la marca a una firma que tenga una red de distribución que permita venderla mejor.

También ha creado fragancias para la firma de perfumes nicho Comporta, ¿cómo ha sido esta colaboración?

Es un proyecto con el que me he sentido muy cómoda, ya que he podido trabajar muy estrechamente con el fundador de la marca, Pedro Simöes Dias. He compuesto cuatro de las fragancias de la firma, que es la parte de mi trabajo que más me gusta, y le he asesorado para buscar un fabricante. He tenido el placer de componer Mosquito, que es el que más aceptación tiene; Dona Bia, que es más complicado de entender; Mosquito Intense; y, el último, Mosquito Man, que es una versión de Mosquito pero más masculino, con notas de incienso.

¿En qué proyectos está trabajando actualmente?

Estoy trabajando para una cadena de hoteles de Menorca que busca un logotipo olfativo. También estoy colaborando con una marca cosmética que se vende en farmacia. Se trata de cremas que no pueden tener alérgenos, lo que dificulta mucho mi trabajo. Por ejemplo, no puedo trabajar con materias primas naturales. Y para Portugal estoy haciendo una adaptación de mi perfume Mosquito para velas. También estoy trabajando en una experiencia olfativa que se hará en España con un recorrido olfativo.

Esta entrevista es un extracto de la publicada en la edición en papel de NEWSFRAGANCIAS nº 79




Artículo anterior
Celebrate, de Pepe Jeans, nuevo dúo de perfumes sofisticado y divertido
Artículo siguiente
Kylie Skin, la marca de cuidado facial de Kylie Jenner, se distribuirá a través de Douglas

ARTÍCULOS RELACIONADOS