Analizamos junto a Olivia Iglesias, client business partner de Nielsen, el impacto del Covid-19 en el mercado de cuidado corporal. El impacto del virus en la sociedad ha producido un cambio importante en los hábitos del consumidor, que ha intensificado su rutina de higiene y ha adquirido nuevos hábitos de cuidado personal en casa durante el tiempo de confinamiento.
Nuevos hábitos de cuidado personal en la etapa Covid-19
Por una parte, explica Olivia Iglesias, el consumidor ha hecho todo lo posible de protegerse frente al contagio de Covid-19 y, por este motivo, ha reforzado la higiene personal. Esto se ha traducido en un incremento de la demanda del jabón de manos, que junto a los geles hidroalcohólicos se han convertido en un artículo básico para frenar el contagio del virus.
Pero ha habido más cambios en los hábitos del consumidor, debido al estricto confinamiento que hemos sufrido en el período de Estado de Alarma: «Pasamos más tiempo en casa, por lo que estamos estableciendo nuevas rutinas», apunta Iglesias. Esto ha supuesto, que los tratamientos que antes solicitábamos a los profesionales, los hemos trasladado al hogar y, por lo tanto, ha crecido la demanda de cremas corporales con tratamiento y depilatorios, en el ámbito del cuidado corporal.
Por contra, otras categorías han sufrido durante el confinamiento, como la de protección solar, que, además, que se ha retraído al no haber vida social ni vacaciones de Semana Santa. Esto ha supuesto un retraso en la temporada de solares, cuya venta sigue siendo muy estacional, ligada a períodos vacacionales y al verano.
¿Qué pueden hacer las marcas para reactivar el consumo?
Según Iglesias, la innovación va a ser clave para volver a conectar con el consumidor y estimular el consumo de las categorías de cuidado corporal: «Hay que dirigir la innovación a la nueva realidad del consumidor».
¿Qué podemos esperar en la etapa post Covid-19?
«Nos vamos a encontrar ante un consumidor polarizado«, apunta la analista, ya que parte de los consumidores van a sufrir las consecuencias negativas del Covid-19 sobre su economía. Por lo tanto, va a crecer el interés sobre productos básicos con un precio asequible y sobre las promociones.
Por otra parte, los consumidores que han mantenido su estabilidad laboral, sí están en situación de concederse caprichos. Para conectar con este grupo de consumidores, la innovación va a ser importante. Hay que ofrecerles productos con un valor añadido.
En general, las marcas deben ser conscientes de que los consumidores han cambiado sus hábitos durante los meses que han permanecido en casa y que, ahora, preocupa más la salud y la higiene, para ofrecer productos que encajen con sus necesidades actuales.
Cuidado holístico de la piel
El evento virtual WeCosmoprof, celebrado entre el 4 y el 10 de junio, ha reflexionado sobre la transformación del consumidor post Covid-19: «Las marcas de belleza deben encontrar soluciones para las necesidades de los consumidores. Ofrecerles indulgencias y fórmulas anti estrés e, incluso, rutinas de varios pasos para que aprovechen el tiempo extra en concederse un mimo», explica Vivienne Rudd, analista de Mintel.
Seún Rudd, los consumidores tienen interés en un cuidado holístico de la piel, combinado con seguridad y tranquilidad. En este sentido, tomar un baño, por ejemplo, puede convertirse en un momento para hallar calma mental.
Tendencias: la salud se sitúa en el corazón de las tendencias
Clean beauty
La belleza limpia, libre de tóxicos, sigue siendo una tendencia prevalente.
En el contexto actual en el que nos encontramos, de «nueva normalidad», los consumidores relacionan fórmulas limpias con seguridad y salud.
Microbioma
El microbioma de la piel (flora microbiana que puebla la superficie cutánea) es un factor a tener en cuenta a la hora de desarrollar nuevas fórmulas porque va a ser clave en el futuro, ya que los científicos tienen cada vez más claro su relación con la salud del organismo humano.
Superfood
Alimentación y belleza establecen sinergias en tanto que los ingredientes naturales procedentes de la alimentación son cada vez mejor valorados por el consumidor, que ya conoce de antemano sus propiedades beneficiosas para el organismo. Una vez más, convergen belleza y salud.