Clarins acaba de abrir un nuevo Skin Spa en El Corte Inglés de Serrano de Madrid, donde invita a disfrutar de sus fórmulas, enriquecidas con activos vegetales, con total seguridad.

En este nuevo espacio, donde Clarins despliega todo su savoir faire, fruto de 65 años de experiencia en institutos de belleza –el origen de la marca se sitúa en un pequeño instituto de belleza en París–, los tratamientos se aplican siguiendo un estricto protocolo para prevenir la Covid 19.

Protocolo de seguridad en el Skin Spa de Clarins

El nuevo protocolo en los Skin Spa Clarins incluye nuevos gestos barrera para proteger ojos, boca y nariz, los puntos por donde el coronavirus entra al organismo.

Estos son cada uno de los pasos seguidos para disfrutar con seguridad de la experiencia:

• Antes de entrar, la cabina se higieniza por completo: la zona de la camilla y la ducha, así como armarios, encimeras, picaportes, tiradores, interruptores y todos los materiales no desechables a utilizar durante el tratamiento como boles, espejo, bandejas, etc. Las toallas se han lavado a más de 65 grados y, por seguridad adicional, se cubren con sábanas desechables.
• La terapeuta, una vez higienizadas sus manos, utiliza una mascarilla nueva, unas gafas/visor y una bata desechable durante todo el tratamiento.
• Se invita a la clienta a desinfectar sus manos y, en los tratamientos de rostro, a depositar su mascarilla sobre una bandeja higiénica en el momento de iniciar el tratamiento. Por su parte, la terapeuta lava sus manos con un jabón especial bactericida antes de iniciar el tratamiento. Al finalizar se ofrece una nueva mascarilla a la clienta si fuera necesario.
• En el tratamiento de rostro los movimientos se ejecutan desde la cabecera de la camilla. También se prioriza el uso de materiales desechables, sustituyendo las manoplas secas por servilletas de papel y las brochas y pinceles por aplicadores desechables.
• En los tratamientos de cuerpo, al mantener la clienta su mascarilla, se elimina parte del ritual sensorial Clarins del inicio, ya que obligaría a tocar su rostro. Sin embargo, se mantiene el uso de manoplas húmedas calientes perfumadas en manos y pies.