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La nueva Ley de Servicios Digitales no combate las falsificaciones en el comercio online, según Círculo Fortuny

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Círculo Fortuny advierte que la nueva Ley Directiva Europea de Servicios Digitales (Digital Services Act, con las sigas DSA), no es suficiente para combatir y erradicar las falsificaciones de las plataformas de venta online. De hecho, las falsificaciones representan ya el 6,8% de los productos importados anualmente en la UE, lo que supone 134.000 millones de euros, según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

La nueva Ley de Servicios Digitales no frena las falsifaciones

La asociación española de marcas de lujo, Círculo Fortuny ha alertado de algunas debilidades de la nueva Ley de Servicios Digitales para hacer frente a la comercialización de falsificaciones. La renovada DSA introduce novedades como la extensión de su alcance a los vendedores establecidos fuera de la UE, el aumento de los requisitos de identificación del vendedor o el incremento de las obligaciones de transparencia para los intermediarios online, pero todavía le faltan elementos para ser verdaderamente eficaz frente al negocio ilegal de las falsificaciones.

Según Círculo Fortuny, hay varios aspectos que la DSA deja sin resolver:

1.- No incluye el denominado «principio de suspensión», por el cual la ley obliga a eliminar los productos ilegales de las plataformas de forma inmediata. Esto supone que los titulares de los derechos de propiedad intelectual de dichos productos se vean «gravemente dañados», ya que no se puede impedir que vuelvan a aparecer de nuevo en catálogos y páginas web.

2.- No obliga a los intermediarios y a las plataformas a detectar y eliminar de forma proactiva los productos falsificados de sus plataformas. Por lo que Círculo Fortuny entiende que no se proteje lo suficiente al consumidor.

3.- No aclara qué actores o qué tipos de comportamientos están dentro de la exención de responsabilidad directa que marca la directiva de comercio electrónico. Círculo Fortuny y ECCIA creen que los intermediarios deberían «ganarse» tal exención demostrando que son capaces de identificar a sus vendedores y sus esfuerzos por proteger a los consumidores vendiendo productos legales.

El negocio de las falsificaciones de artículos de lujo destruye 760.000 puestos de trabajo de forma directa o indirecta y supone una pérdida de más de 14.500 millones de euros para la Unión Europea, según la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE. Además, la mercancía falsificada puede suponer riesgos para la salud de los consumidores.

 

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