El ayuntamiento de Brihuega (Guadalajara) ha registrado la marca «Lavanda de Brihuega», con el objetivo de poner el valor la apreciada lavanda alcarreña, que gozará así de un sello de calidad, y aglutinará bajo esta enseña todos los productos que se obtienen a partir de la lavanda como aceites, cosméticos y derivados gastronómicos.
Lavanda de Brihuega, marca registrada
«Brihuega tiene mucho que agradecer a la lavanda que nos ha situado en el mapa mundial, no solo a nivel turístico sino a nivel comercial, puesto que el 10% de la producción de lavanda a nivel global proviene de aquí«, ha explicado el alcalde de la localidad, Luis Viejo que ha señalado en un comunicado que el sello ‘Lavanda de Brihuega’ va a servir para que la marca crezca con un sello de calidad, una imagen reconocible que ponga en valor el fruto del «jardín de La Alcarria» y visibilice su origen allá donde se distribuya.
El registro de la marca ‘Lavanda de Brihuega’ es el primer paso para dar forma a este proyecto de sello de calidad. Ya se está trabajando en la catalogación de todos los productos que pueden acogerse a este distintivo y la norma de calidad que permita su uso.
En los próximos meses se producirán diferentes reuniones entre empresarios y artesanos interesados en el uso de la marca.
Lavanda de La Alcarria
La lavanda es una materia prima vegetal muy apreciada para la elaboración de perfumes y cosméticos. En perfumería, la lavanda es protagonista de un acorde clásico de las fragancias masculinas, el fougère, que aporta una dimensión herbácea, aromática y fresca a la composición olfativa.
En Brihuega (Guadalajara), se cultivan las variedades de lavanda fina, lavanda maillete, lavanda B7, lavanda matherone, lavandín súper, lavandín grosso, lavandín abrial y espliego o lavanda spika.
Una figura clave en el cultivo de lavanda en La Alcarria ha sido y es Emilio Valeros (perfumista de Loewe hasta 2019, año de su jubilación), que ha promocionado su cultivo y ha participado en la puesta en marcha del Festival de Lavanda, que se celebra cada verano en Brihuega y que da cita durante un fin de semana a artistas de reconocido prestigio en dos conciertos que permiten disfrutar de una experiencia sensorial que une música con la fragancia que inunda los campos florecidos de lavanda y gastronomía, pues el plan incluye una cena creada por un chef.
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