Según datos de Stanpa, la categoría de perfumes creció un 30% en 2021, dato muy positivo en un año en el que todavía se han sufrido complicaciones derivadas de la pandemia. Las cifras de ventas de todas las categorías de perfumes y belleza evidencian un retorno a los gestos de cuidado personal. Los consumidores se sienten más optimistas y desean volver a embellecer sus vidas con fragancias y cosmética.
La categoría de perfumes creció un 30% en 2021
Los segmentos de maquillaje y perfumes han sido los más afectados durante la pandemia, pero el sector encara 2022 con optimismo ya que los datos de 2021 reflejan una vuelta a estas categorías, las más influenciadas por la vida social de los consumidores.
Los datos que apunta Stanpa reflejan un crecimiento de la categoría de perfumes que roza el 30% en 2021, un incremento que compensa las pérdidas de 2020 aunque todavía no sitúa a este negocio en los niveles precovid.
Hay que destacar otro dato positivo, las exportaciones, que crecieron un 46% hasta el mes de septiembre.
Cifras positivas
A la espera de que se confirmen las cifras finales de 2021, las perspectivas de cierre de año son positivas, según Val Díez, directora general de Stanpa. De ratificarse las proyecciones, al cierre de 2021 se habrán alcanzado los 8.100 millones de euros de consumo, lo que supondría un crecimiento del sector en su conjunto del 6,5%, próximo a niveles prepandemia.
En la categoría de maquillaje, los labiales se han visto lastrados por la llegada de las mascarillas, pero en 2021 la máscara de pestañas y los productos para cejas y uñas han adoptado mayor protagonismo, impulsando la categoría de cosmética de color.
Por su parte, el segmento de cuidado de la piel, que ha sido el que mejor ha resistido a la disrupción provodada por la pandemia, ha experimentado un incremento del 12%. Destaca la cosmética facial, que creció un 14% durante los nueve primeros meses del pasado año.
“Dado el contexto tan complicado que nos ha tocado vivir, es más necesario que nunca reconocer el trabajo bien hecho por parte de todo el sector, que ha tenido que enfrentarse a todo tipo de obstáculos más allá de la propia pandemia, desde los elevados costes energéticos a las no pocas complicaciones que han afectado la logística mundial en estos últimos meses, añadiendo más presión si cabe a un periodo tan crítico como la campaña de Navidad. Pero vistos los resultados, podemos decir sin ningún atisbo de duda que el esfuerzo ha merecido la pena”, explica Díez.
Como pone en valor la directora general de Stanpa, “el de la perfumería y la cosmética es, ante todo, un sector social, y su evolución a lo largo de 2021 ha demostrado su capacidad de adaptarse a las circunstancias, pero también ha puesto de manifiesto un sentir general cada vez más patente que ansía recuperar sensaciones dormidas a pesar de las adversidades”.
La ciudadanía ha encontrado en la perfumería y la cosmética un valor de bienestar seguro en plena crisis sanitaria y se ha valido de ella para mejorar su estado de ánimo y encontrar nuevas formas de expresión, aumentando su consumo al tiempo que la sociedad lograba salir paulatinamente de la pandemia.