Enfocada en la producción de perfumes desde hace 14 años que lo convierten en un referente en el desarrollo, fabricación y envasado de fragancias, Àuria Perfumes da el salto hacia un modelo full service para posicionarse como un socio estratégico para marcas de moda y cadenas de distribución que deseen lanzar líneas de perfume.
Creador de perfumes para terceros: Àuria Perfumes se reconvierte en un full service de diseño y producción de fragancias
Con un equipo creativo de primer nivel, bajo la gestión de Albert Piñol, como director general, y con Jesús Mejías como Business Development, Àuria Perfumes inicia una nueva etapa que supone un punto de inflexión en sus 14 años de vida como fabricante de perfumes.
La compañía revisa sus orígenes vinculados al arte de crear perfumes de la mano del maestro perfumista Ramón Monegal, para posicionarse como un nuevo actor en el diseño y la creación de líneas de perfumería, con un vasto bagaje en la fabricación y envasado de fragancias y la experiencia que proporciona trabajar para firmas reputadas.
Para impulsar esta transformación, la empresa ha dado un giro al branding y a la comunicación, con el fin de destacar sus valores –profesionalidad, innovación, transparencia y compromiso–, recogidos en su nuevo claim: «Creating perfumes with soul».
“Ofrecemos calidad, gran experiencia en el conocimiento de las categorías, flexibilidad, respuesta rápida y compromiso, unido a una capacidad industrial y una excelente relación de competitividad de costes”, explica Jesús Mejías responsable de Business Development, subrayando la propuesta de valor.
Full service de perfumes
La propuesta de valor de Àuria Perfumes radica en un servicio global que atiende las necesidades de sus socios y clientes de manera personalizada con el fin de desarrollar un perfume que traduzca las cualidades de la marca, impulse su negocio y refuerce el vínculo con los consumidores.
Respaldada por un gran equipo profesional y con unas instalaciones de primer nivel, Àuria Perfumes es un aliado para marcas de retail y nativas digitales, así como empresas que quieran desarrollar líneas de perfumería y cosmética de alta calidad y con la RSC como valor añadido, por el carácter social de la compañía.
El equipo creativo se encarga de proponer un briefing con los conceptos creativos clave, alineados con las tendencias, dictados de mercado y valores de la marca y de presentar una propuesta en un moodboard. Una vez elegida la composición olfativa y el frasco, se procede a la fabricación, envasado, etiquetado y manipulado final del producto, siempre contemplando las opciones más sostenibles en todos los procesos. Están incluidos todos los servicios, hasta los más específicos, como la compra de materiales, los test de estabilidad, la logística o el registro del producto en los órganos oficiales para su puesta en el mercado.
«Queremos atraer a empresas que quieran participar de un proyecto social de largo recorrido, con los más altos requerimientos de calidad y servicio y ofreciendo costes más competitivos», afirma Albert Piñol.
Capacidad productiva para fabricar perfumes y líneas de cosmética
Con una planta de 10.200 metros cuadrados y una capacidad para fabricar y macerar más de 144.000 litros mensuales, Àuria Perfumes se adapta a las necesidades de diferentes tipologías de clientes. Para ello, ofrece soluciones rápidas a partir de una amplia biblioteca de perfumes y de packaging o, bien, proyectos a la medida, que permiten obtener un producto final totalmente original.
Además, la fábrica está preparada para producir líneas de cosmética, ambientadores de hogar e, incluso, geles hidroalcohólicos. De hecho esta empresa fue una de las nueve compañías españolas autorizadas en 2020 por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para producir geles hidroalcohólicos en el momento más crítico de la pandemia.
Su lema, perfumes con alma
El rasgo distintivo de la empresa es su equipo. La compañía se gestiona bajo un modelo de economía social que crea puestos de trabajo de calidad para personas con discapacidad, formadas y con mucho talento para desempeñar su trabajo.
El factor humano y el compromiso transformador de la empresa reflejan una visión diferente de enfocar el negocio, demostrando que la responsabilidad social permite crear riqueza para la comunidad, posibilita una inclusión real y favorece la consecución de una sociedad más ética y justa.