Las fragancias de la diseñadora Donna Karan viven una nueva etapa, recuperando el protagonismo de tiempos pasados en los que los perfumes DKNY conquistaron a una legión de fans. Las fragancias de la firma no han perdido ni un ápice de su modernidad y energía. Su carácter urbano y sus partituras electrizantes vuelven para conectar con los consumidores que desean vivir intensamente día y noche.
Las fragancias de Donna Karan, sinónimo de un estilo urbano moderno y sofisticado
Donna Karan fundó su propia marca de moda en 1984 con un propósito en mente: diseñar «ropa moderna para gente moderna». Lo consiguió desde el primer desfile, poniendo de manifesto su buen hacer con un estilo práctico, moderno y urbano que la hizo mundialmente famosa. En 1989 dio un paso más al democratizar su sello con DKNY, una línea más asequible dirigida a mujeres más jóvenes.
El estilo urbano de DKNY es sinónimo de energía, optimismo, modernidad, diversidad, unos valores que se plasman en sus fragancias DKNY, todas ellas con un reconocible nexo de unión, el amor de Donna Karan por la ciudad de Nueva York. Dirigidas a mujeres modernas y activas, con un rico estilo de vida, las fragancias DKNY calaron hondo y ahora viven un nuevo renacer.
DKNY, pura energía
Como dijo Donna Karan, «la fragancia es el traje invisible de la mujer» y DKNY Women la viste de una seguridad elegante. Este eau de parfum captura la energía de Nueva York, con una salida intensa y una permanencia embriagadora y sensual.
Perteneciente a la familia olfativa floral cítrica, resulta tan enérgico como sencillo, tan embriagador como puro, un perfume sofisticado y confortable que no pierde actualidad.
Pirámide olfativa
Notas de salida
Arranca con un acorde electrizante de mandarina, vodka frío y hoja de tomate.
Notas de corazón
En el corazón, combina nenúfares, orquídea verde coral y narciso, tres flores muy presentes en la ciudad.
Notas de fondo
Toda la energía desprendida se torna calma y pureza al entrar en juego las notas de fondo: abedul blanco y corteza de árbol de tulipán. Como algodón sobre piel desnuda.
El frasco es un bloque de vidrio vertical que rinde homenaje a los rascacielos de Manhattan. Representa la vida intensa, divertida y apasionada de la ciudad.
¿Quién no recuerda la campaña protagonizada por Esther Cañadas y Mark Vanderloo que por aquel entonces formaban una de las parejas más guapas del mundo del modelaje? La alicantina y el holandés vivían un palpitante romance con los rascacielos como testigos. Ahora el visual invita a vivir el trepidante ritmo de la ciudad con vitalidad y diversión.
Buenas vibraciones con el nuevo perfume Rochas Girl
