Seguro que estás deseando tener unos días de vacaciones para disfrutar de la playa y el sol…  ¿Pero sabes elegir el protector solar que más te conviene. Te ayudamos a elegirlo.

Normalmente, los especialistas nos hablan de fototipos a la hora de determinar qué solar debemos escoger y cuánto tiempo podemos estar expuestos al sol. Estos fototipos hacen referencia al tono de piel y cabello que tengamos e indican la resistencia de nuestra piel al sol. Pero, normalmente también, no solemos enterarnos de esta explicación tan técnica… De ahí, que muchas veces acabemos comprando el protector equivocado o no nos lo apliquemos correctamente. A todos nos ha pasado alguna vez, volver de la playa con la espalda quemada ¡¡a pesar de haber utilizado crema solar!! Algo mal habremos hecho… Vamos a ver qué.

Factor de protección

Como norma general, no te equivocarás si eliges una protección solar intermedia o alta, nunca inferior a 15, y preferiblemente de 30. Si tienes la piel clara y te quemas con facilidad, opta por un SPF 50.

En el caso de los niños, elige siempre factor de protección 50, que también debes escoger para ti misma cuando vayas a realizar deportes acuáticos o en alta montaña.

¿Y el solar del año pasado?

Si todavía guardas protectores solares del verano pasado, lo mejor es no darles uso si el envase ya fue abierto. Estos productos pierden eficacia con el tiempo. Así que, ante la duda, lo mejor es desecharlos y comprar uno nuevo.

Consejos de aplicación

Evita las horas de mayor intensidad solar, entre las 12 y las 15 horas, y aplícate la crema como mínimo media hora antes de toma el sol. Así que mejor ponte el protector antes de salir de casa. Debes ser generosa con la cantidad que te apliques, pues si no consigues una capa homogénea sobre la piel, perderás el efecto pantalla del fotoprotector. Después, lo recomendable es volver a aplicar cada dos horas.

Ropa

Una idea errónea muy extendida es que es mejor ponerse ropa clara o blanca para exponerse al sol. Pues es un gran error. Los dermatólogos advierten de que cuanto más clara sea la ropa, menos protección solar proporcionará. Por ejemplo, una camiseta blanca seca equivaldría a un SPF 7 y una mojada a un SPF 3…

Lo idóneo sería optar por ropa oscura y muy tupida, pero hay que reconocer que esto no es lo más práctico para estar fresquito… Así que lo que debemos hacer es aplicarnos el protector incluso debajo de la ropa cuando vayamos estar expuestos directamente al sol.

Otra opción es utilizar ropa de tejido técnico que protege del sol. Esto es especialmente interesante para los niños, que salen y entran del agua continuamente y es complicado controlar los tiempos de aplicación con los chapuzones continuos.

Accesorios

Recuerda siempre ir provista de un gorro para cubrir la cabeza. Mejor, si es de ala ancha, para proteger con su sombra el rostro y los ojos.

No olvides las gafas de sol, ya que la vista también sufre los efectos negativos de los rayos solares. Llévalas también para los niños. Y nunca las adquieras en mercadillos, ya que la mayoría no están homologadas y su uso es perjudicial. No tienen protección ultravioleta y dilatan la pupila.