Thierry Mugler diseñó, en 1992, un frasco-joya para uno de sus perfumes más conocidos: Angel. Desde entonces crea una nueva versión, limitada y muy exclusiva, para celebrar el final de cada año. El de 2015, Angel Estrella Inmaculada, está inspirado en una estrella cubierta de hielo.
El frasco con forma de estrella de cinco puntas que Thierry Mugler creó para Angel está inspirado en un diamante azul surgido de un bloque de hielo. Su fabricación es tan delicada que los expertos vidrieros de las Verreries Brosse, de Francia, necesitaron dos años para poder desarrollar un proceso que permitiera hacerlos a mano. Desde entonces, la constelación de estrellas en edición limitada de Angel incorpora un nuevo miembro cada año.
La estrella bajo el hielo
La Estrella Inmaculada de Angel evoca la idea de una estrella que surge de de la nieve. Para representar los copos, está adornada con dieciocho cristales de Swarovski que lo inundan de destellos. Para acentuar su sofisticación, está rematado por un tapón de zamak macizo y se presenta en una caja de terciopelo blanco. Además, se puede rellenar en las Fuentes de Perfume de Thierry Mugler o con los frascos eco-fuente.
El Ángel goloso
Angel fue un perfume que rompió esquemas cuando nació, ya que fue la primera composición golosa del mundo de la perfumería. Su creador, el maestro perfumista Olivier Cresp, pensó en una mujer carnal, glamurosa y muy femenina. Entre sus notas, los frutos rojos, el praliné, la vainilla y el pachuli. Desde el año pasado la modelo Georgia May Jagger es la musa de la marca.
Una colección muy limitada
Sólo se han creado 2.350 frascos de la Estrella Inmaculada de Angel. Cada ejemplar, de 75 ml y rellenable, está numerado. Tiene un PVPR de 230 €