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Abanuc, perfumería nicho con alma literaria

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ABANUC, perfumería nicho

Desde Zaragoza llega a Madrid una perfumería nicho con una escueta y exquisita selección de marcas que encuentran en este espacio un entorno ideal para conquistar a los clientes más sibaritas: Abanuc.

Abanuc, desde Zaragoza por error

Después de abrir la primera perfumería en Zaragoza (San Ignacio de Loyola, 1), un local donde prima una estética blanca, minimalista y muy moderna, Abanuc llega a la Plaza de las Salesas de Madrid, donde ocupa la fue una mítica librería jurídica, cuyo espíritu pervive en las sólidas estanterías de roble donde ahora se exponen exclusivas marcas de cosmética y perfumería nicho.

¿Y por qué por error? Pues porque Abanuc se llama así por una carambola del destino. Como cuenta uno de sus fundadores, Pedro Ros, cuando empezaron a pensar nombres para la tienda, consultaron a los familiares más cercanos y su mujer le propuso Habanuc, un nombre sonoro de un profeta hebreo a quien se atribuye la autoría de un libro de la Biblia. Pero cuando Pedro le transmitió el nombre a su socio, Guillermo Jiménez, no lo reprodujo de manera correcta, sino que escribió Abanuc. A ambos les pareció adecuado y fue este el nombre que se eligió para la perfumería.

Abanuc perfumería nicho
Abanuc no es una perfumería nicho sin más, sino que incorpora un espíritu literario, ya que preserva su pasado como librería y mantiene un espacio reservado a primeras ediciones de libros.

Marcas nicho

Abanuc trabaja con una selección de firmas nicho que invitan a gozar de los cuidados cosméticos y de los perfumes con pasión: Diptyque, Byredo, y Miller et Bertaux, en el caso de fragancias; y Eve Lom, Sa.Al&Co, Grown Alchemist y Malin +Goetz, en tratamiento.

Además, incluye una cabina de Eve Lom (la única que hay en España) para disfrutar de los rituales cosméticos efectuados por manos profesionales.

Abanuc es propiedad de Boxnox, sociedad distribuidora de estas marcas para España, Andorra y Portugal.

Alma literaria

Antiguamente el recién inaugurado local madrileño fue una librería de Marcial Pons y Abanuc ha optado por mantener el estilo librero aportando modernidad y sofisticación. El resultado es un espacio elegante que, a la vez, respeta la identidad de cada marca.

La tienda reserva un rincón a primeras ediciones de libros, dispuestas para poder ser consultadas y compradas, un marco perfecto donde Abanuc planea desarrollar talleres olfativos y tertulias.

Diptyque y Byredo tienen el protagonismo mayor, con una exposición más amplia y una ambientación diferenciada. En el caso de Dyptique, los expositores son de madera con embellecedores de latón. Destaca una estantería curva, reservada para albergar las velas de la firma. La exposición de la firma sueca Byredo recupera el tradicional mostrador delante de los estantes.

El mueble que alberga Eve Lom ofrece una estética más delicada, recreando un coqueto tocador que combina un tono rosa empolvado con unas baldas de mármol.

 

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