El pasado 18 de octubre Gregory Benoit, director general adjunto de Garnier, pasó por Madrid para participar en el foro de debate Sustainable Brands Madrid, un evento centrado en la innovación sostenible. Benoit aprovechó el encuentro para inspirar a un público heterogéneo, directivos y ejecutivos de grandes empresas internacionales, con el programa de sostenibilidad de L’Oréal, «Sharing Beauty With All» y anunció el último acuerdo del grupo para desarrollar una botella de papel para cosméticos.
Innovación basada en sostenibilidad, la apuesta de L’Oréal
Esta es la clave de la estrategia empresarial del grupo L’Oréal, que tiene como meta el año 2025 para lograr que el 100% de sus envases que estén fabricados con plástico sean recargables, reciclables o compostables y que el 50% provenga de materiales reciclados.
«No hablamos de la belleza del espejo, sino de la belleza de la sostenibilidad que es lo que impulsa nuestra marca», con estas palabras explicó Gregory Benoit el nuevo paradigma de belleza para el grupo L’Oréal, que ha colocado en el centro de su estrategia de I+D la sostenibilidad porque, como Benoit se encargó de recordar, la compañía debe asumir una gran responsabilidad por su carácter global.
¿Cómo gestiona L’Oréal la transformación de su negocio hacia la sostenibilidad?
La clave para gestionar el cambio hacia un modelo de negocio sostenible es establecer sinergias entre colaboración e innovación. Es decir, establecer colaboraciones con socios especialistas que transformen la cadena de valor permitiendo innovar, tanto desde fuentes de materias primas sostenibles para las fórmulas de los cosméticos, como con soluciones de embalaje sostenibles.
Ejemplo de estas alianzas es la creación de un consorcio con Carbios para tratar el plástico con una tecnología enzimática que permite su reciclaje, la alianza con Albéa para desarrollar un tubo de papel para cosméticos y la última colaboración que acaba de anunciarse esta misma semana, con Paper Bottle Company, una compañía con la que L’Oréal planea crear botellas de papel 100% reciclable para sus fórmulas cosméticas.
«Si queremos acelerar la transformación sostenible de nuestra industria, la colaboración es clave para encontrar soluciones innovadoras y aprovecharlas en escala. La botella de papel es una gran oportunidad para un embalaje más sostenible», ha explicado en un breve comunicado Philippe Thuvien, jefe de packaging y desarrollo de L’Oréal.
Otro ejemplo del empeño por reducir la huella ambiental es el nuevo modelo de fábrica limpia que la compañía tiene en Burgos, una planta de producción que es la primera con huella de carbono neutra.
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Fórmulas ecodiseñadas y responsables
El aprovisionamiento de materias primas es otro de los puntos clave en el avance hacia la sostenibilidad de L’Oréal. Desde 1926 la compañía se afana en buscar ingredientes naturales biodegradables para sus tratamientos de belleza. Ahora, además, los laboratorios de la compañía deben contemplar tecnologías de ahorro de energía o de ahorro de agua. Por ejemplo, se revisan las fórmulas de cuidado capilar para lograr que los productos necesiten la mínima cantidad de agua para su aclarado o se desarrollan nuevos productos que no necesiten aclarado, conocidos como leave in.
No hay que perder de vista tampoco la parte de responsabilidad social, puesto que para L’Oréal el aprovisionamiento de materia prima debe contemplar una relación de comercio justo, como la que la empresa lleva a cabo en Marruecos, con una cooperativa de aceite de argán que proporciona ingresos justos y estables a mujeres. Y que, Gregory Benoit, destacó especialmente, ya que no se trata de un pequeño gesto, sino que es una relación muy importante para el grupo de belleza, puesto que con este aceite se fabrican más de 80 productos.
Menos plástico
«Hace unos años tuvimos la visión de utilizar menos plástico en nuestros envases. La primera idea que tuvimos fue la de reducir el uso de plástico virgen y, después, aligerar el gramaje de plástico de los embalajes, 2 ó 3 gramos por envase. Parece poco pero a la larga suma mucho, ya que de esta manera nuestros envases contiene un 74% menos de plástico y hemos reducido toneladas de plástico al año», explica orgulloso Benoit que recuerda que también se está dando prioridad al plástico reciclado. Por ejemplo, la línea Garnier Bio está fabricada con un 100% de plástico reciclado.
El objetivo es que en 2020 ahorremos 5.000 toneladas de plástico, compromiso que será superior de cara a plan de 2025.
El hándicap que se tiene al trabajar con plástico reciclado es que L’Oréal y Garnier son marcas de belleza y que, por lo tanto, deben mostrar una imagen bonita, unos envases atractivos… «Es un dilema», reconoce Benoit, pero la compañía es coherente con la filosofía sostenible y se esfuerza por encontrar un equilibrio ente la belleza del envase y la sostenibilidad, aunque para ello se pierda parte de su estética.
Por otra parte, también están tomando medidas de cara al consumidor, para facilitarle información sobre la mejor manera de reciclar los envases. Según Benoit, el consumidor es «el socio más importante» para colaborar en temas de sostenibilidad porque está muy concienciado y porque sólo con su complicidad y colaboración, la estrategia sostenible de la empresa puede funcionar.
Herramienta de sostenibilidad, SPOT
Benoit no olvidó en su discurso de hablar de SPOT, un programa de sostenibilidad conjunta que controla todos los productos que se fabrican en las fabricas de la compañía y que otorga una puntuación en función de la huella de carbono. Cada año, se revisan los procesos de desarrollo de los productos para estudiar de qué manera se puede mejorar esa puntuación, en cuanto a fórmula, packaging…
SPOT es uno de los mayores orgullos del grupo L’Oréal, el corazón de la estrategia de la organización y de la innovación de la empresa, a partir de la cual se trabaja sobre una ruta de sostenibilidad.
«Es muy importante ir ascendiendo en la escala sostenible y para nosotros es esencial el compromiso de nuestros empleados«, con estas palabras Benoit se refería a las acciones de responsabilidad social corporativa puestas en marcha gracias a la implicación de los trabajadores de la compañía. Por ejemplo, apunta Benoit, el 23 de septiembre fue un día muy emotivo, ya que miles de empleados llevaron a cabo una recogida de plásticos en playas y ríos en todo el mundo, gracias a lo cual se recogieron siete toneladas de desechos plásticos.