La mítica fragancia de Thierry Mugler, Alien, cumple 10 años, lo que la convierte en un clásico de la perfumería. Pero un clásico muy especial porque en todo este tiempo no ha perdido ni un ápice del espíritu transgresor y rebelde con el que nació. ¿O acaso no es uno de los perfumes más singulares con los que os hayáis topado?
Para celebrar su aniversario, se ha creado un frasco muy especial que se convierte en un auténtico frasco joya, un talismán tallado que evoca a una amatista y engarzado en un pedestal dorado, de 40 ml y que puede ser rellenado cuantas veces queráis en las fuentes de perfume de Thierry Mugler o con los frascos Eco-recarga. Esta es una seña de identidad de la marca, que practica un lujo sostenible, apostando por la reutilización de sus envases, que, por otra parte, jamás osaríamos tirar porque son tan bellos…
La composición olfativa
¿Qué decir del perfume? Con la firma de los perfumistas Dominique Ropion y Laurent Bruyère, ambos sabían que se encontraban ante una partitura olfativa salvaje y profunda. Como el propio Dominique reconoce:
«Todos sabíamos que teníamos entre las manos una bomba olfativa. Había que dominarla, moderarla en parte… Supimos que el perfume estaba terminado cuando, al oler la última modificación, no había nada más que añadir ni que retirar. Habíamos logrado el equilibrio perfecto».
El resultado de este apasionante proceso creativo fue una composición ambarina-amaderada-floral, fruto de una sobredosis de ámbar blanco y de madera de cashmerán, e iluminada por una flor solar, el jazmín sambac.
Para la elaboración de Alien se emplea la variedad Malligani del jazmín sambac, una flor única de 6 pétalos que se recolecta en la región de Madurai, al sur de la India. Para fabricar 1 kg de absoluto (o de aceite) de jazmín sambac se necesitan unos 700 kg de flores. Esto le convierte en uno de los absolutos más caros y codiciados en perfumería, junto con el absoluto de rosa.
Galería
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