Como todos los grandes clásicos de la perfumería, Sauvage, de Dior, nace con una historia detrás que lo sustenta y lo da vida para otorgarle el carisma y la personalidad necesaria que todo perfume con vocación de clásico debe tener. Para narrar esta historia, Dior ha confiado en la profesionalidad interpretativa y en la singular masculinidad de Johnny Depp. Pero vamos primero a descubriros los secretos de la composición olfativa…
François Demachy, perfumista, se encuentra ante un gran reto, el que Dior le propone para crear una nueva expresión olfativa para el hombre. Bajo esta premisa, Demachy desarrolla una composición poderosamente fresca y viril en la que se produce un encuentro entre lo rudo y lo noble. Está construida sobre una estructura amaderada, sobre notas que se intercambian con violencia y se complementan en su diferencia. En la salida surge la bergamota, que avanza hacia acentos de pimienta y fruta amarga. Después aparece el ambroxan, que despliega poco a poco sus notas amaderadas, y da paso al elemí, con su carácter balsámico y cítrico. Se adivinan en la composición, resina mezclada de inciensos, pimienta de Sichuan, bayas rosas, geranio, vetiver, lavanda de Vaucluse y de la Drôme, pachulí… Es la estela «sauvage», que otorga al perfume su carácter inconfundible.
La historia
Bajo las órdenes de Jean-Baptiste Mondino, Johnny Depp interpreta a un hombre que debe reencontrarse con su alma animal, fundirse con la naturaleza para recuperar un ser «ser salvaje», liberado de las cadenas de los convencionalismos. Así, el spot publicitario muestra un viaje inciático en el que un hombre se dirige hacia el desierto donde puede renacer como un hombre nuevo, más real y salvaje.
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