El agua ha sido el eje fundamental de los perfumes de Issey Miyake desde el lanzamiento de L’Eau d’Issey pour Homme, en 1994. Ahora ha creado una nueva versión en eau de toilette, en la que ha plasmado su concepto del frescor absoluto.
Dos décadas después de la creación de L’Eau d’Issey pour Homme, un perfume que marcó un hito en el universo de las fragancias masculinas al unir un elegante equilibrio entre frescor y calidez, la gama se reinventa con una nueva propuesta, actual y potente: L’Eau d’Issey pour Homme Eau de Toilette Fraîche.
El frescor del agua y la piedra, unidos
Cuando el perfumista Chistophe Raynaud se planteó el reto de reinterpretar L’Eau d’Issey pour Homme decidió apostar por plasmar en su composición el concepto de frescura absoluta, siguiendo la estela del perfume original. Para él, esa sensación surge del encuentro entre el agua y la piedra.
Para ello, apostó por incluir una faceta luminosa que se despliega desde el primer momento, gracias al pomelo y la vitalidad del cardamomo. Después se empiezan a percibir las notas de lavanda, con la que consigue trasmitir la frescura de los minerales, suavizada con un toque de salvia. Y, para rememorar la composición inicial, añade un acorde de pachulí blanco fundido con vetiver.
La naturaleza, fuente de inspiración
El director y fotógrafo británico Ryan Hopkins ha sido el elegido para plasmar en imágenes la composición de L’Eau d’Issey Miyake Eau de Toilette Fraîche. «Quisimos conservar la visión del diseñador, para quien la naturaleza bienhechora es una fuente de inspiración», explica Hopkins. Así surgió la idea de captar el momento en el que una gran cascada de agua se derrama sobre el frasco del perfume, mientras que un piedra oscura sirve como telón de fondo. Una imagen revitalizante, llena de fuerza y que transmite a la vez la sensación de frescor sobre la piel.
L’Eau d’Issey Miyake Eau de Toilette Fraîche, de Issey Miyake, 50 ml, PVPR 55 €
