La nueva Emulsión Flujo de Juventud, de Kenzoki, renueva la piel con ingredientes de origen natural

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Kenzoki presenta una nueva Emulsión Flujo de Juventud que cuida y restaura la piel frenando la aparición de los primeros signos de la edad. Sus beneficios: mejora el tono, el volumen y la luminosidad del cutis. El Loto Sagrado es su ingrediente principal. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo.

Emulsión Flujo de Juventud, el poder de la fórmula

La nueva fórmula de cuidado facial de Kenzoki está formulada con un 98% de ingredientes naturales y gira en torno a dos poderosos activos, extractos acuosos y oleosos de la flor de Loto Sagrado que protegen la piel del estrés oxidativo y estimulan la renovación epidérmica.

Además, incluye un extracto de Malva Común de origen natural que estimula la piel, lo que se traduce en un cutis más joven, fresco y luminoso. El escualeno, antioxidante, hidrata e ilumina la tez, mientras que el extracto de Echinacea Purpurea tiene propiedades calmantes.

KENZOKI  NUEVA EMULSIÓN FLUJO DE JUVENTUD KENZOKI 
La flor de Loto Sagrado es uno de los ingredientes principales de la nueva Emulsión Flujo de Juventud, de Kenzoki, con propiedades beneficiosas para renovar la piel y protegerla de los radicales libres.

Una textura sensorial

Eficacia y sensorialidad van unidas en los tratamientos faciales de Kenzoki. La Emulsión Flujo de Juventud destaca por su textura ligera en perfecta afinidad con la piel.

Por su ligereza, esta emulsión puede aplicarse en combinación con otros tratamientos más ricos y es ideal para aplicar en verano, cuando la piel demanda texturas más ligeras y acuosas. Deja una sensación sedosa y áerea sobre el rostro, que se siente perfectamente hidratado y confortable.

Modo de aplicación

Kenzoki ha desarrollado un método de aplicación basado en yoga facial que potencia los efectos del tratamiento:

1º Aplica unas gotas de Emulsión Fujo de Juventud en las manos y distribúyelas sobre las palmas y los dedos.

2º Extiende el producto sobre rostro y cuello con ligeras presiones; primero, sobre la barbilla y, después, sobre pómulos, arco de las cejas y a lo largo de la línea del cabello.