Piel radiante a los 30

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#BeautyLovers treintañeras, bienvenidas a la década en la que vuestra piel lucirá con mayor esplendor, si no desatendéis sus cuidados… Hoy os damos consejos para mantener la frescura de vuestro rostro a los 30 años (¡y más allá!).

A los treinta años las arrugas y otros problemas de la piel asociados a la edad todavía no os deben preocupar, pero tampoco hay que bajar la guardia porque antes o después, aparecerán. Los factores que favorecen esta evolución: la edad (y contra esto no podemos luchar…) y el sol (por eso siempre ¡protección solar!), además de tabaco, alcohol, dietas reestrictivas…

Gestos básicos

Limpieza facial

No nos cansamos de repetirlo: una buena limpieza facial es básica para lograr una piel bonita. Al limpiar la piel, contribuimos a su renovación y a que los tratamientos funcionen mejor. Elige la limpiadora que mejor te vaya: loción, leche desmaquillante y tónico, agua micelar… ¡Y cuidado con los ojos! Cada vez resulta más complicado retirar el maquillaje de ojos, pues es muy frecuente que las máscaras sean waterproof, lo que hace imprescindible emplear un producto específico para desmaquillar. Olvidáos de frotar porque así sólo conseguiréis irritar la delicada piel del contorno de los ojos e incluso perder alguna pestaña. Pasad un algodón empapado en desmaquillante delicadamente sobre los párpadose y después, sobre las pestañas, comenzando por la raíz.

Hidratación y protección

Una buena crema hidratante proporcionará a la piel los nutrientes que necesita para lucir con una apariencia tersa y jugosa. Al aplicarla, recordad descender con las manos hasta el cuello, que también necesita hidratación. ¡Importante! No olvidéis nunca la protección solar. Hoy en día las marcas cosméticas cuentan con cremas de día que incluyen fotoprotección y eso es porque la protección solar resulta imprescindible para evitar el envejecimiento acelerado que producen los daños de los rayos de sol.

Noches cortas

Seguramente nunca dormiréis tan poco como en la década de los 30. Tanto si sois asiduas a las salidas nocturnas como si ya os habéis embarcado en la maternidad, seguramente será en esta etapa de la vida cuando más trasnocharéis. Para esas mañanas en las que no queréis ni miraros en el espejo, tened a mano un tratamiento descongestionante y un tratamiento para el contorno de ojos, que atenúe ojos hinchados y ojeras.

Buenos hábitos

Si además de cuidar la piel con los tratamientos adecuados, adoptamos buenas costumbres de estilo de vida, nuestra piel nos lo agradecerá.

Alimentación: comed sano y no os saltéis comidas. Adaptad la ingesta al desgaste que tengáis en vuestro día a día. ¡Y recordad beber agua!

Actividad física: practicar algún deporte varias veces por semana sería lo más recomendable, pero a veces (para qué nos vamos a engañar…), resulta muy complicado integrarlo en la rutina del día. Entonces, optad por caminar en vez de ir en coche o subir las escaleras mécanicas del metro. Todo suma.

Desconectar: aunque las jornadas sean maratonianas, encontrad un momento para desconectar. Puede ser durante la ducha, terminando con un chorro de agua fría y una sesión de cuidados corporales o al empezar la jornada, respirando el aire fresco de la mañana para cargaos de energía.