Ayer tuvo lugar la quinta reunión entre el grupo Bodybell y los representantes de los trabajadores a propósito del expediente de despido colectivo iniciado por la distribuidora, en la que se produjo un acercamiento de posturas.
El principal avance anunciado por Bodybell es que ha decidido que no pagará en varios plazos las indemnizaciones, pese al esfuerzo que supondrá para la tesorería del grupo. La próxima reunión se celebrará el próximo jueves 11 de junio y en ella está previsto que se continúe avanzando en los acuerdos, con el fin de alcanzar las mejores condiciones posibles para los afectados y para la viabilidad de la empresa.
La distribuidora reconoce que es un proceso complicado que requiere «esfuerzo y responsabilidad por parte de todos». Y asegura que lo afronta desde «el más absoluto respeto a los trabajadores y con la mayor transparencia».
Tras el proceso de capitalización de la deuda iniciado por un grupo de bancos acreedores, liderado por el fondo de capital riesgo HIG, para hacerse con el control del grupo Bodybell, el 20 de abril la distribuidora presentó un procedimiento de despido colectivo alegando causas económicas, organizativas y productivas, que afectaba mayoritariamente a los trabajadores de 123 establecimientos (el 60% radican en la Comunidad de Madrid).
El proceso de negociación comenzó el pasado 18 de mayo y se espera que concluya el 16 de junio.