Entrevista: Val Díez, directora general de Stanpa

Entrevista: Val Díez, directora general de Stanpa

“Estamos canalizando una transformación radical y profunda hacia el futuro”

Entrevistamos a Val Díez, directora general de Stanpa y directora general de Feeling Innovation.

Stanpa está liderando el proceso transformador de la industria de la perfumería y la cosmética en torno a la innovación, bajo Feeling Innovation. Se trata de un proyecto que tomó forma hace un año y se consolidó como asociación el pasado octubre. Para conocer más detalles sobre esta iniciativa hablamos con la directora general de esta nueva entidad, Val Díez, a su vez directora general de Stanpa.

Entrevista: Val Díez, directora general de Stanpa

¿Qué actuó como detonante para poner en marcha esta entidad dedicada a la innovación de la industria de la perfumería y la cosmética?

Durante 2019 convergieron dos análisis importantes que actuaron como detonante. El pri-mero se produjo en el seno de nuestra estrategia de comunicación. Este es un sector que se reivindica como innovador y así lo perciben los consumidores a través de los lanzamientos. Cuando ordenamos los datos con rigor para contarlo a la sociedad, fuimos los primeros sorprendidos ante la dimensión innova-dora del sector: con una inversión del 3,4% de la facturación en I+D+i se sitúa muy por encima de otros sectores de consumo que se mueven entre el 1% y el 2% –el Pacto por la Ciencia quiere llegar al 2%– y se aproxima al 5% del sector farmacéutico.

También se desconoce que el 21% de los empleados del sector tienen perfiles científico-técnicos. Es decir, en los entresijos de la industria cosmética hay batas blancas que están continuamente innovando para atender nuestras necesidades, y lo hacen en tres áreas: innovan para el bienestar, para la diversidad (según el cabello, la piel, el género, la raza, el estilo de vida, la religión…) y la sostenibilidad.

¿Cuál fue el segundo análisis inspirador?

En paralelo, estábamos desarrollando el plan estratégico del sector cosmético con los principales CEOs de esta industria, y se definieron tres pilares: la competitividad –es un sector competitivo que genera empleo y riqueza–, otro la sostenibilidad, una obligación que tenemos todos como sociedad responsable cada uno desde nuestra posición, y otro pilar era la innovación, porque no se puede construir un futuro si no estás permanentemente innovando. Así fue cómo vimos que la innovación cobraba una dimensión en sí misma.

¿Por qué se decide que Feeling Innovation sea una asociación dentro de Stanpa?

La innovación requería una atención y una capacidad específicas para gestionar los retos. Stanpa es muy grande: somos 300 entidades asociadas, más de 400 empresas, con seis áreas de trabajo y unas relaciones nacionales e internacionales muy grandes y no queríamos que esa atención quedara diluida.

Además, la innovación significa inversión y la inversión significa gestionar proyectos, lo que también exige seguridad jurídica. Es por todo esto que se decidió dotar de naturaleza jurídica a Feeling Innovation, lo que nos permite cumplir dos objetivos: uno, la gestión específica de la entidad focalizada al 100% en la innovación y, dos, el poder invitar a la participación a cualquier otro agente de nuestra cadena de valor, independientemente de que no sea empresa cosmética.

En Feeling Innovation tenemos socios como universidades, centros tecnológicos, empresas de packaging, empresas de medio ambiente, startups… Y seguimos invitando a todos aquellos que pueden y quieren innovar.

Para no tener ni un año de vida, Feeling Innovation está avanzando rápidamente

Efectivamente, la constitución oficial como asociación se produjo el pasado octubre y puedo decir que han sido unos meses muy intensos donde no solo se ha constituido la entidad, sino que se ha invitado a 80 entidades a participar en el ámbito de la innovación, el más complejo que puede tener una empresa.

Además, hemos sido reconocidos por el Ministerio de Industria como el cluster de la innovación del sector, como una agrupación empresarial innovadora. Eso quiere decir que nuestro Gobierno reconoce formalmente al sector cosmético y a Feeling Innovation como un brazo estratégico para atraer la innovación a nuestro país y para esos fondos de recuperación y resiliencia que tan necesarios van a ser para las generaciones futuras.

¿Vais a intentar canalizar esos fondos europeos hacia las empresas de perfumería y cosmética?

Ya hemos presentado tres manifestaciones de interés y tres proyectos concretos para aprovechar los fondos de forma innovadora y constructiva de cara al futuro.

Ante el Ministerio de Transición Ecológica hemos solicitado 400 millones de euros para la transformación del sector hacia la sostenibilidad. Ojalá el Ministerio entienda que aquí hay oportunidades de aportar a la sociedad.

Aunque es una industria muy puntera, está compuesta por empresas de muchos tamaños y no todas tienen igual de avanzada su digitalización, por lo que hay una manifestación de interés ante el Ministerio de Economía y Transformación Digital para la digitalización de las empresas del sector. Se ha propuesto 20 millones de euros que sirvan para robótica, almacenes inteligentes, fábricas más automatizadas, tiendas virtuales, etc.

Y una tercera manifestación de más de 120 millones para la digitalización de los salones de peluquería y centros de estética profesional, un segmento que está atravesando serias dificultades porque se trata de autónomos que no tienen los recursos de las grandes compañías.

Las empresas se han ofrecido voluntariamente para, sin ser las receptoras de los fondos, actuar de enlace entre las necesidades de digitalización y los recursos que necesitan los salones.

¿Y qué proyectos han presentado para conseguir parte de los fondos europeos?

Uno está relacionado con la propia creación de esta asociación de innovación, otro relacionado con la industria 4.0 y el tercero tiene que ver con cosmetics labelling, una digitalización de la información sobre los productos para el consumidor.

Ojalá surja alguno. Hay otros proyectos en cartera, porque ahora mismo los grupos de trabajo están estudiando cómo proponer proyectos relacionados con la sostenibilidad, el packaging, los nuevos ingre-dientes o la recuperación de algunos que ayuden al desarrollo rural…

¿Cómo están funcionando estos grupos de trabajo?, ¿quiénes los forman?

En Feeling Innovation, las empresas se están volcando en la participación y quieren estar en primera línea. En la junta de innovación tuvimos que poner un límite de personas y en los grupos de trabajo participan de a 12-15 personas para que la labor sea eficiente.

Actualmente se han organizado ocho grupos de trabajo, para arrancar las ideas estructurales en torno a las siguientes áreas: gestión, comunicación y divulgación, formación, sostenibilidad, industria 4.0, digitalización, packaging y nuevas tecnologías. Pero a su vez, esto va a ser un ecosistema en ebullición donde irán surgiendo grupos de interés específico.

Es decir, si hay empresas que se quieren unir en torno a un proyecto concreto, nada los va a limitar y les dare-mos el espacio de encuentro. Ahora mismo uno de los mayores retos es el match making: cómo hacer que una empresa que busca una solución se encuentre con un centro tecnológico que se la puede aportar o con otra empresa que tiene el mismo problema y que puedan crear un consorcio que facilite que todo sea más eficaz, más asequible y más rápido. Bromeo muchas veces diciendo que queremos hacer el Meetic de la innovación, es lo que tenemos que hacer que se encuentren aquellos que quieren compartir y ya, en cada relación, definan cuáles son los límites de cada uno. Estamos en ello.

Ahora la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad para las empresas y la sociedad.

Cuando se habla de sostenibilidad, se habla de valores que compartimos al 100%. Esos valores se tienen que traducir en acciones y cuando esas acciones se intentan implementar aparecen las dificultades: unas son de conocimiento, otras son presupuestarias, que con la dureza de la pandemia se hacen más complicadas, y otras surgen en torno a las expectativas, porque se quiere buscar la solución del mañana. Y todo esto en un entorno impactado por los ODS’s (Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU) y el Green Deal, que recoge los objetivos de la Unión Europea.

Desde nuestro compromiso como sector a nivel europeo como con la empresa individual, queremos liderar el cambio con el siguiente lema: “Piensa en grande, actúa en corto y prioriza”.

Extracto de la entrevista publicada en el número 84 de la edición en papel de NewsFragancias, suscríbase para leer la entrevista completa (newsfragancias@newsfragancias.com)