Fragancias sostenibles: mitos y realidades, por Ana Ripoll, perfumista de Iberchem

Ana Ripoll, perfumista de Iberchem

Ana Ripoll, perfumista de Iberchem, explica su experiencia en la creación de fragancias sostenibles y su opinión sobre el uso indebido de ciertos claims. Reciclable, natural, biodegradable, son reclamos que suenan bien, pero que pueden no ser lo que parecen.

Fragancias sostenibles: mitos y realidades

“Pensemos, por ejemplo, en la moda. Hace poco leía en un reportaje que el uso de plástico reciclado para producir textiles bajo el claim sostenible cada vez es más frecuente, sobre todo en la moda rápida o fast fashion. Decían que el uso de plástico para textiles rompía el ciclo de reciclaje de estos polímeros, lo que a medio y largo plazo iba a tener un efecto negativo sobre el medio ambiente”, comenta Ana Ripoll.

Este ejemplo ilustra perfectamente la doble cara de la sostenibilidad: tiene matices que son importantes aclarar. Para ello, hoy hablamos de la perfumería y de los mitos más comunes sobre la sostenibilidad de las fragancias de la mano de la perfumista Ana Ripoll.

La sostenibilidad de las fragancias

El panorama de las fragancias lleva ya un tiempo dirigiendo sus pasos hacia la sostenibilidad, al igual que otros muchos sectores.

“Si abordamos la sostenibilidad de las fragancias y la perfumería, lo que inicialmente parecía difuso, ha ido tomando forma en los últimos años, y parece que con la entrada en vigor del European Green Deal y los Objetivos de Desarrollo Sostenible como foco, cada vez estamos más familiarizados con la realidad de las fragancias sostenibles”, sostiene  Ripoll.

“Como una pieza clave en la formulación del producto, los perfumistas nos hemos visto forzados a ponernos al día con la explosión de conceptos en torno a la sostenibilidad (reciclable, biodegradable, upcycled…), que muchas veces confunden a usuarios y a expertos, ya que la realidad dista mucho de lo que se piensa de ellos”, matiza.

Para ejemplificarlo, la perfumista de Iberchem destaca los siguientes mitos más comunes del sector, con el objetivo de ofrecer un poco más de claridad.

Mitos y realidades de las fragancias sostenibles

 

1.- CLAIM: las fragancias 100% naturales siempre son mejores para el medio ambiente y, por tanto, más sostenibles

Esta afirmación no es cierta. Una fragancia 100% natural no tiene por qué ser más respetuosa con el medio ambiente y, por tanto, no ser ni social ni económicamente más sostenible.

Por ejemplo, los proveedores de materias primas destacan el bajo rendimiento de algunos aceites esenciales, que requieren gran cantidad de recursos naturales para su producción; algo que sumado a unas condiciones de trabajo en el campo que pueden ser cuestionables en algunos países en vías de desarrollo, puede ser insostenible para el medio ambiente y para la economía.

Así mismo, la calidad de las materias primas naturales a menudo se ve comprometida por los recursos hídricos y los fenómenos climáticos cambiantes, lo que hace su producción inestable. A diferencia de los ingredientes sintéticos, en los ingredientes naturales la huella de carbono es superior ya que su producción está deslocalizada. Por ejemplo, el Ylang-ylang, debe importarse desde Madagascar, incrementando su impacto ambiental por el transporte.

“¿Quiere decir esto que debamos evitar este tipo de fragancias naturales? No lo creo, ya que, para mí, por ejemplo, un absoluto de rosa o una buena bergamota en un perfume son imprescindibles, ingredientes que aportan complejidad y profundidad a las fragancias. Sin embargo, buscar una fragancia 100% natural no tiene por qué ser una decisión sostenible”, sentencia Ripoll.

2.- CLAIM: todo lo que lleva ingrediente “químico” o “sintético” en el nombre es peligroso para la salud

La industria cosmética y del cuidado del hogar está sujeta a normativas muy estrictas que velan por la seguridad de estos productos, y eso es algo que muchos consumidores ponen en duda por desconocimiento.

Por ejemplo, existe la creencia de que un ingrediente sintético es más peligroso que uno natural. Sin embargo, esta afirmación no es cierta. Sintéticos y naturales son ingredientes que ambos está regulados indistintamente. Ambos se estudian y se regulan para que se haga un uso seguro de los mismos, algo que el consumidor cuestiona por desconocimiento.

Existe toda una realidad detrás del uso de ingredientes naturales, no solo por su complejidad olfativa, sino por la red económica que da sustento a muchos agricultores que, si respetan y trabajan con cuidado sus tierras, aportan un valor añadido a esos ingredientes. “Un ejemplo de ello es nuestro proveedor de aceite de cardamomo, Nelixia, que mantiene un programa integral de protección ambiental y social en varias zonas de Latinoamérica, potenciando una cadena de suministro sostenible con impacto positivo a todos los niveles”, comenta Ana.

Por ello, la alternativa no es eliminarlos, sino elegir aquellos que se ajusten a los criterios de sostenibilidad. “Para facilitar este trabajo, en Iberchem hemos aprovechado la inteligencia artificial para crear VITA, una herramienta digital interna que funciona como un soporte para profundizar en el conocimiento de los ingredientes naturales disponibles a la hora de realizar creaciones”, añade.

3.- CLAIM: los residuos siempre son contaminantes

En este punto surge el término upcycled, o carbono renovable, que desmiente esta afirmación. Usar subproductos orgánicos de otras industrias, como es el caso de la industria de la madera, del papel o de los cítricos (desechos generados durante la extracción de aceites esenciales, por ejemplo), para desarrollar ingredientes para fragancias hace que se revaloricen los residuos y promueve la economía circular.

“En lo que respecta al carbono renovable, este término aparece recogido en la UNE- ISO 16128 sobre definiciones técnicas y criterios para ingredientes y productos cosméticos naturales y orgánicos, aunque la normativa no especifica exactamente qué se entiende como carbono renovable. La mayoría de nuestros proveedores consideran que la biomasa (materia orgánica) es una fuente de carbono renovable frente a las fuentes de carbono de combustibles fósiles, no renovables, y ese es el criterio que seguimos”, señala.

Conclusión sobre la sostenibilidad en el sector de las fragancias

En definitiva, la sostenibilidad puede ser un término confuso ya que depende de numerosos matices. No todo lo que es natural es sostenible solo por ser natural, y esta es una afirmación que cuesta entender. Por eso, cada vez más surgirán nuevas normativas y leyes que ayudarán a definir y delimitar el término sostenibilidad en el futuro, a la vez que el consumidor deberá estar mejor educado y confiar cada vez más en los organismos reguladores.

En el proceso de creación de una fragancia no solo es importante que los perfumistas contemos con herramientas, sino que los consumidores entiendan que en cuestiones como la sostenibilidad no todo es lo que parece y que la sostenibilidad es un término relativo”, concluye Ana Ripoll.