La firma familiar de coñacs de alta gama Frapin diversificó el negocio en 2002 iniciando una línea de fragancias tan exquisita como sus coñacs. Compuesta por 8 fragancias que rememoran su larga historia, ha desembarcado en nuestro país de la mano de Bomonde. De momento se comercializa en 16 puntos de venta de Madrid, País Vasco, La Rioja, Zamora, Palencia, Cataluña, Valencia, Almería, Canarias y Zaragoza.
Frapin ha mantenido su perfil familiar durante 20 generaciones. Beatrice Cointreau (hija de los actuales propietarios, Genevieve Frapin y su marido Max Cointreau) ha sido la impulsora de la fragancias, inaugurando la línea con 1270, en recuerdo al año en que se fundó la casa. Terre de Sarments, Passion Boisée, Caravelle Épicée, L’Humaniste, 1697, Speakeasy y Paradis Perdu, completan una familia de fragancias envolventes y muy sofisticadas. Salvo 1697 (155 €), el resto tienen un precio recomendado de 105 €.
La marca se ha rodeado de prestigiosos perfumistas, como Sidonie Lancesseur, Bertrand Duchaufour o Amélie Bourgeois, entre otros, que expresan con su estilo los distintos capítulos de la tradición Frapin.