La decisión del gobierno italiano de cerrar el comercio y confinar a toda la población con el objetivo de contener la epidemia del coronavirus COVID-19, ha provocado la reacción de diferentes empresas relacionadas con el sector del lujo. Este es el caso de Gucci, la marca del grupo Kering, que ha anunciado la suspensión de la producción en Italia, donde cuenta con seis fábricas, situadas entre Toscana y Las Marcas.
Gucci cierra sus fábricas hasta el 20 de marzo
Estas plantas de producción permanecerán cerradas por precaución hasta el 20 de marzo. Sin embargo, aseguran que esta medida no afectará al suministro de productos a sus clientes, pues se mantendrán las actividades esenciales para garantizar la continuidad del negocio, según ha declarado un portavoz de la firma.
Del mismo modo, Gucci ha adoptado diferentes acuerdos con sus trabajadores para flexibilizar el desempeño de su actividad profesional en las oficinas. En algunos casos se ha implantado el teletrabajo y en otros la semana laboral de cuatro días, de lunes a jueves.
Todas las tiendas ubicadas en Italia continuarán cerradas hasta el próximo 3 de abril, de acuerdo con las medidas decretadas por el gobierno. Al igual que están promoviendo muchas marcas y tiendas que cuentan con e-commerce, la firma ha asegurado que seguirá vendiendo a través de la web de Gucci, que contará son servicio de atención al cliente.
El mercado de la moda supone un 5% del Producto Interior Bruto (PIB) de Italia, que se sitúa como la tercera mayor economía de Europa. Solo el año pasado, esta industria generó 90.000 millones de euros, según datos facilitados por la Camera Nazionale della Moda Italiana.
Esta decisión contrasta con la de otra multinacional, LVMH, propietaria de marcas como Guerlain, Givenchy y Christian Dior, que ha anunciado que no cierran, sino que van a producir gel hidroalcohólico para donarlo a las autoridades sanitarias francesas.
