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¿A qué huele un cuadro? Descúbrelo en el Museo del Prado hasta el 17 de julio

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¿A qué huele un cuadro? El Museo del Prado y la Academia del Perfume unen por primera vez pintura y perfume

Por primera vez podemos oler un cuadro en el Museo del Prado, gracias a la tecnología Air Parfum desarrollada por el fabricante español de perfumería y cosmética Puig. La iniciativa ha sido posible gracias a la colaboración del Museo del Prado, la Academia del Perfume, Puig y Samsung, que han cooperado para reproducir diez olores de diferentes elementos presentes en el cuadro El Olfato, de Jan Brueghel y Rubens.

¿A qué huele un cuadro? El Museo del Prado,
la Academia del Perfume y Puig unen por primera vez pintura y perfume

«Pocas veces en la vida de un perfumista se tiene la oportunidad de colaborar profesionalmente con el Museo del Prado. Ha sido un desafío», con estas palabras subraya Gregorio Sola, perfumista de Puig y académico sillón Sándalo de la Academia del Perfume, el reto que ha supuesto este proyecto que ha recreado las esencias que podríamos oler en la escena representada en el cuadro El Olfato.

El Olfato, Jan Brueghel y Rubens.
El Olfato, Jan Brueghel y Rubens.

«La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa» es una invitación a realizar un viaje en el tiempo a través de la obra de Jan Brueghel y Rubens, El Olfato, que representa el jardín de Isabel Clara Eugenia en Bruselas, en el siglo XVII. Esta obra forma parte de la serie Los Cinco Sentidos que Jan Brueghel pintó entre 1617 y 1618 y en las que las figuras alegóricas fueron realizadas por su amigo Rubens.

Alejandro Vergara, jefe de conservación de pintura flamenca y escuelas del norte del Museo del Prado, aconseja observar primero el cuadro, antes de pasar a la experiencia sensorial de oler las esencias. «Este cuadro nos traslada al pasado con la pintura y los olores«, indica, y advierte que se trata de una obra pequeña, con muchos detalles, que hay que ver de cerca. Solo así, descubriremos la infinidad de especies de plantas y flores que atesora el cuadro (más de 80 especies diferentes), animales y objetos relacionados con el mundo del perfume, como unos guantes perfumados.

Arte y perfume para poner olor a un cuadro

El trabajo de recreación de los elementos fragantes del cuadro ha requerido de una minuciosa labor de inventariado e investigación por parte del perfumista Gregorio Sola, que ha contado con el apoyo del CSIC, así como de historiadores para identificar correctamente las especies botánicas y para poner en contexto determinados elementos del cuadro, como los guantes perfumados, cuya composición olfativa se ha recreado descifrando las formulaciones de la época (1696).

Gregorio Sola, perfumista de Puig y académico de la Academia del Perfume, junto a Val Díez,
Gregorio Sola, perfumista de Puig y académico de la Academia del Perfume, junto a Val Díez, directora ejecutiva de la Academia del Perfume y directora general de Stanpa.

El perfumista ha creado diez fragancias que podemos descubrir en elementos pictóricos de El Olfato:

Alegoría: combina rosa, jazmín, dos flores que simbolizan la nobleza, y clavel.
Guantes: resinas, bálsamos, maderas y esencias florales perfumaban en el siglo XVII los guantes perfumados de ámbar.
Higuera: interpreta el olor vegetal, húmedo, verde y refrescante de la sombra de una higuera en un día de verano.
Flor de naranjo: la esencia de neroli reproduce la fragancia que desprenderían los alambiques que muestra el cuadro para destilar las flores de naranjo.
Jazmín: absoluto de jazmín con facetas verdes y cremosas y una ligera nota animal.
Rosa: Jan Brueghel pintó ocho variedades de rosas, entre ellas, la centifolia y la damascena, las más utilizadas en perfumería.
Lirio: es la materia prima más cara de la perfumería, con un valor superior al del oro.
Narciso: una fragancia embriagadora con matices frutales, notas de cuero, casi aceituna y un fondo floral pajizo.
Civeta: una esencia que en el siglo XVII se obtenía de este animal para emplearla como fijador de los perfumes. Es una única esencia que se ha reproducido de manera sintética en la colección olfativa de esta exposición.
Nardo: recrea la escena de un relieve de la fachada que muestra la unción de Jesús en Betania con un perfume de nardo puro, una esencia muy costosa en la época y, también actualmente (puede superar los 10.000 euros el kilogramo).

Air Parfum, tecnología desarrollada por Puig que permite oler hasta 100 fragancias distinta sin saturar el olfato.
Air Parfum, tecnología desarrollada por Puig que permite oler hasta 100 fragancias distintas sin saturar el olfato.

AirParfum, la tecnología de Puig

Esta exposición olfativa se apoya en la tecnología de Air Parfum, desarrollada por Puig y exclusiva en el mundo de la perfumería. Se trata de un dispositivo que permite oler hasta 100 fragancias distintas sin saturar el olfato, ya que, como explica Camila Tomas, responsable del departamento de innovación de Puig, Air Parfum emite partículas de aromas sin acohol, algo que ha sido determinante para poder llevar a cabo la exposición en El Prado por las condiciones que se deben respetar para no dañar las pinturas.

Gregorio Sola, perfumista de Puig (en el centro), acompañado de representantes de la Academia del Perfume, de Stanpa y del Museo del Prado.
Gregorio Sola, perfumista de Puig (en el centro), acompañado de representantes de la Academia del Perfume, de Stanpa, de Puig y del Museo del Prado.
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