El pasado jueves 14 de mayo, PTG Capital Partners presentó ante la comisión del mercado de valores estadounidense una oferta para comprar Avon por 8.200 millones de dólares, lo que equivalía a tres veces el valor de la compañía de venta directa. La oferta hizo que las acciones de Avon se disparan un 20%.
Ese mismo día, Avon emitió un comunicado para informar de que no había recibido ninguna oferta de dicha entidad, de la que además no había podido confirmar su existencia. Paralelamente a este pronunciamiento, las pesquisas de los principales medios estadounidenses que intentaban ponerse en contacto con PTG Capital Partners sin resultado indicaban cada vez con más fuerza que podría tratarse de un engaño, ante lo cual las acciones de Avon empezaron a caer. Distintos medios se están haciendo de eco de las acusaciones de impasibilidad contra la autoridad del mercado (SEC) ante este intento de estafa.
Los inversores están atentos a posibles movimientos, después de que el mes pasado The Wall Street Journal publicara que Avon estaba explorando distintas opciones, incluida la venta, tras comprobar que su plan para reactivar la compañía no está dando frutos.
El informe del primer trimestre de este año fiscal mostró unos débiles resultados. Facturó 1.794 millones de dólares, lo que supone una caída del 18%, con respecto al mismo periodo del año anterior, debido a una notable bajada del 18% de las ventas en Norteamérica y a la fortaleza del dólar que perjudica los rendimientos de los mercados extranjeros.