Avon ha diseñado un plan de transformación de 3 años para instalar un nuevo modelo operativo que persigue mejorar la eficiencia de la compañía y un ahorro significativo de los costes. Suprimirá 2.500 empleos y calcula que ahorrará entre 65 y 70 millones de dólares a partir de 2017.
Tras la reciente venta de la parte estadounidense de Avon al fondo Cerberus, la compañía prosigue con los cambios para adaptarse a su nueva realidad.«Nuestras operaciones ahora están fuera de los Estados Unidos, lo que nos obliga a repensar radicalmente nuestro modelo operativo», comenta la CEO de Avon, Sheri McCoy. Como resultado, ha trazado un plan a aplicar durante los próximos tres años, que acercará las estructuras corporativa y comercial para mejorar la eficacia operativa y la rentabilidad.
Por el lado comercial, Avon se asegurará de que todos los mercados tienen funciones, responsabilidades y procesos consistentes. Por la parte corporativa, racionalizará funciones, reducirá la infraestructura y reubicará la sede en Reino Unido, donde Avon tiene operaciones comerciales significativas.
Como resultado de estos cambios, Avon reducirá su plantilla en unos 2.500 puestos en diferentes zonas geográficas.
Avon calcula un coste derivado de estas medidas de unos 60 millones de dólares antes de impuestos en el primer trimestre de este año. Los 1.700 despidos previstos para 2016 conllevarán un ahorro de unos 30 millones de dólares. Y a partir de 2017, Avon estima un ahorro anual entre 65 y 70 millones de dólares.
