Beiersdorf ha firmado un acuerdo para comprar a Bayer la marca Coppertone por 550 millones de dólares estadounidenses. La operación significa un importante paso para Beiersdorf que refuerza su posición en la categoría de solares, mientras que a Bayer le permite centrarse en su negocio principal, los medicamentos sin prescripción médica.
Por qué Beiersdorf compra Coppertone
Aunque en España ha caído en el olvido, Coppertone es una marca pionera del mercado de solares. Creada en 1944, fue la primera marca de cuidado solar lanzada en Estados Unidos, su principal mercado en la actualidad junto con Canadá y China, alcanzando una cifra de negocio de 213 millones de dólares en 2018. Su adquisición representa una jugada relevante para el grupo Beiersdorf, inmerso en el programa Care+ diseñado para impulsar su crecimiento. No solo refuerza su portafolio, sino que gana presencia en el mercado de cuidado solar más grande del mundo, donde ya participa con Nivea Sun y Eucerin Sun.
«El cuidado de la piel está en el corazón de Beiersdorf, y cuidar de la salud de la piel a través de la protección solar ha sido un pilar esencial de nuestro negocio durante más de 60 años», ha manifestado director ejecutivo de Beiersdorf, Stefan de Loecker. «Los pioneros de la protección solar de Europa y los Estados Unidos se unirán en un solo paraguas para brindar protección solar de confianza a los consumidores de todo el mundo. Estamos convencidos de que Coppertone y su equipo agregarán experiencia complementaria a nuestra cartera de marcas líderes y reforzarán significativamente nuestra posición, particularmente en los Estados Unidos».
Beiersdorf se hará con los derechos de los productos globales de Coppertone, incorpora la fábrica de Cleveland en Estados Unidos, e integrará en su plantilla a unos 450 empleados.
Bayer hace caja
Bayer está en una situación diferente, necesita hacer caja. El pasado mes de noviembre puso en venta Coppertone —una marca que había comprado en 2014— y Dr. Scholl’s, entre otros negocios, para reducir la creciente deuda asumida para la adquisición de Monsanto, el fabricante del polémico herbicida Roundup. A la multinacional farmacéutica le llueven las demandas y acaba de ser condenada a una indemnización multimillonaria por los presuntos efectos cancerígenos del que es el herbicida más vendido del mundo y que Bayer niega.