El balance de L’Oréal sobre los resultados cosechados en 2018 confirma que este fue un año de bonanza, pese a todos los conflictos geopolíticos que amenazan la progresión de la actividad empresarial y económica a escala global. «En un mercado de la belleza en clara aceleración en 2018, L’Oréal realizó su mejor año de crecimiento desde 2007», comenzó destacando el presidente y director general, Jean-Paul Agon, en la presentación de las cuentas ante el consejo de administración.
Las ventas crecieron un 7,1% hasta alcanzar los 26.937,4 millones de euros, impulsadas por dos categorías, la de lujo y la de farmacia. El resultado de explotación se situó en 4.920 millones de euros, lo que representa el 18,3% de la facturación, un porcentaje récord para el grupo, mientras que el beneficio neto creció un 8,8% al situarse en 3.890 millones.
El poder de L’Oréal Lujo
La categoría de gran consumo lleva varios años perdiendo su hegemonía dentro de L’Oréal ante la división de lujo, cuya pujanza está estrechamente vinculada al crecimiento de las ventas en Asia, más concretamente en China.
En 2018, la belleza selectiva progresó un 14,4%, hasta los 9.367,2 millones de euros, generando el 34,7% del negocio total (mientras que en 2017 su peso era del 32,5%). Lancôme es la joya de la corona. La primera marca del portafolio, que también es la número uno del mundo, superó la barrera de los 3.000 millones de euros, demostrando que ha sabido reinventarse y seducir a los millennials, jugando la baza digital.
La división de cosmética activa, que gestiona las marcas del canal farmacia, también realizó un buen papel, con un avance del 12%, al facturar 2.275,5 millones de euros.
Las ventas de productos de gran consumo se elevaron un 2,5% situándose en 12.032 millones de euros, una facturación equivalente al 44,7% del total. Aun teniendo el mayor peso, este no deja de disminuir paulatinamente como ya hemos mencionado. En 2015, gran consumo significaba el 49% de las ventas.
En cuanto al negocio de salones profesionales, avanzó un 2% gracias al impulso del último trimestre del año, alcanzando los 3.262,5 millones de euros.
Diferencias geográficas
Si las cuatro divisiones en que L’Oréal organiza su negocio contribuyeron en distinta medida al avance, no ocurrió lo mismo a nivel geográfico donde perviven grandes diferencias entre las zonas. Europa Occidental experimentó una ligera caída de tres décimas porcentuales, debido a las dificultades de algunos mercados. En el polo opuesto encontramos la región de Asia Pacífico, con una evolución del 24%, gracias al tirón de China, hasta los 7.406 millones de euros, superando de esta manera la cifra de negocio de Norteamérica: 77.234 millones.
El alma digital de L’Oréal
A la multinacional francesa le está funcionando su decidida apuesta por el ámbito electrónico, donde desarrolla una potente estrategia desde hace años. En 2018, las ventas del e-commerce crecieron un 40,6%, representando el 11% de la facturación total de L’Oréal.
Otro motor del crecimiento señalado por el líder de la compañía fue el travel retail, que superó los 2.000 millones de euros, tras una subida del 27%.
Con la mirada puesta en 2019, el líder de L’Oréal ha transmitido confianza en superar el ritmo del mercado a pesar de las dificultades. «En un contexto económico volátil e incierto, estamos seguros, gracias a nuestras fortalezas en innovación, poder de marca, rendimiento digital y, en especial, a la alta calidad de los equipos de todo el mundo, en superar el mercado de belleza en 2019 y lograr otro año de crecimiento de facturación y beneficios», ha remarcado Agon.