El inesperado anuncio del diseñador sobre su marcha del prêt-à-porter ha despertado numerosas especulaciones acerca de cuáles han sido los motivos que le han llevado a tomar la decisón, entre ellas la que apunta a posibles tensiones entre diseñador y Puig, propietaria de la marca.
Jean Paul Gaultier deja el prêt-à-porter de París, para centrar sus esfuerzos en la alta costura, en las fragancias y en proyectos especiales. «Después de 38 años produciendo esta línea tanto para mujer como para hombre, creemos que ha llegado el momento de parar algunas de nuestras actividades para centrarnos en otras. Es un nuevo comienzo, y espero poder expresar de nuevo mi creatividad al máximo, sin limitaciones», explicaba a través de un comunicado ante la incredulidad con la que el mundo de la moda había recibido la noticia. Sin embargo, algunos periodistas sitúan la medida dentro de un plan de Puig para frenar las pérdidas de la marca, que equivaldrían a un tercio de la facturación, la cual se habría visto reducida hasta cerca de los 15 millones de euros frente a los 30 millones que llegó a facturar. También se ha especulado sobre una posible mala relación entre diseñador y empresa a raíz de los malos resultados de la marca en moda. El negocio de las fragancias funciona satisfactoriamente, pero Puig no lo gestionará hasta 2016, cuando finalice la licencia de BPI.
Pero la salida tiene más lecturas. Ha reabierto el debate sobre si se puede ser creativo y original cada dos meses como actualmente se exige a los diseñadores, y sin necesidad de una crisis como sucedió con la debacle de John Galliano en Dior en 2011 o el suicidio de Alexander McQueen en 2010.
Es cierto que los trabajos de Jean Paul Gaultier hace tiempo que no están a la altura de aquellas ideas brillantes con las que revolucionó la moda en los 80 y los 90. Desde las páginas del New York Times, Vanessa Friedman valora positivamente su decisión: «Quizá es alguien tomando una decisión y diciendo que no. Y lo está haciendo con el apoyo corporativo (la parte corporativa de las cosas en la moda siempre ha sido acusada de sangrar a los diseñadores en vez de permitirles el lujo de hacer menos productos)». La periodista entiende la anuencia de Puig en el tema, teniendo en cuenta que Paco Rabanne y Nina Ricci han sobrevivido durante décadas únicamente gracias al perfume, antes de ser relanzadas como marcas de prêt-à-porter.
El tiempo dirá si con la salida del prêt-à-porter, Gaultier recuperará la magia de sus primeros años en las pasarelas o le hará caer en el olvido, como ocurrió con Christian Lacroix, otro celebre dieñador que se marchó de la semana de la moda por culpa de la caída de las ventas.