Industria

Puig vuelve al color con la licencia de Christian Louboutin

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Lacas de uñas Christian Louboutin. Colección otoño 2014.

La francesa Christian Louboutin ha confiado en la compañía Puig para continuar desarrollando sus líneas de cosmética y fragancias.

Puig ha conseguido la licencia a largo plazo para crear, desarrollar y distribuir los productos Christian Loubutin en todo el mundo, lo que supone el regreso de la catalana a la cosmética de color, una de las categorías más dinámicas en la actualidad.

El diseñador de zapatos, Christian Louboutin, se ha ganado una prestigiosa reputación en los últimos 25 años en el mundo del calzado, con unos zapatos famosos por sus altos tacones y las suelas de color rojo. Este último detalle es su gran seña de identidad, hasta el punto de tenerlo registrado, lo que le sirvió para ganar en 2012 un proceso judicial a la firma Yves Saint Laurent, que consideraba que también tenía derecho a utilizar las suelas rojas.

Precisamente fue este detalle el que utilizó de trampolín para saltar al mercado de la belleza de la mano de la empresa Batallure Beauty, estrenándose en 2014 con una colección de lacas de uñas. La categoría de cosmética de color ha sido donde Louboutin ha encontrado el espacio ideal para desplegar su universo, presentando los esmaltes de uñas, las barras de labios y las máscaras de pestañas con unos diseños espectaculares y fácilmente identificables, aunque también lanzó un trío de fragancias femeninas en 2016 en unos frascos que destacan por su originalidad.

Cinco años después de su singladura en el mercado de la belleza, Christian Louboutin ha elegido pasar al siguiente nivel en compañía de Puig. «Cuando conocía a Marc y a Manuel Puig, inmediatamente entendí que teníamos mucho en común. Somos una empresa familiar, hablamos el mismo idioma y a ambos nos apasiona lo que hacemos. Puig podrá desarrollar mi visión de la belleza de acuerdo con los valores de la marca», ha afirmado el diseñador, a lo que los hermanos han manifestado su ilusión por desarrollar «su presencia original e innovadora en el territorio de la belleza».

Además de incrementar su portafolio, la incorporación de la firma significa la vuelta de Puig a la moda decorativa, una categoría esencial en el mercado de belleza actual y que el grupo conoce, ya que la trabajó activamente en gran consumo, con las marcas Lina Bocardi, Misslyn, Maderas de Oriente y Pinaud –de las que se desprendió en 2008– y de forma más tímida en el segmento selectivo, con una línea creada para Nina Ricci.

«Puig es el socio ideal para desarrollar nuestro negocio de belleza, comprendiendo y protegiendo nuestro ADN y manteniendo al mismo tiempo nuestro alto nivel de posicionamiento en el mercado. Creemos firmemente en nuestro potencial en el sector de la belleza, por lo que hemos decidido firmar este acuerdo de licencia», ha explicado el director general de la firma de calzado, Alexis Mourot, sin olvidar unas palabras de agradecimiento para el equipo de Batallure Beauty «quienes han sido excelentes socios durante los últimos cinco años».

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