Tras las adquisiciones de MatchCo y Giaran, el grupo Shiseido encarrila la compra de otra compañía tecnológica con muchas posibilidades de revolucionar la belleza. A través de la filial americana se ha hecho con todos los activos incluido el equipo de I+D de Olivo Laboratories, poseedora de la innovadora tecnología Segunda piel, también llamada piel artificial.
Queda claro que para mantenerse en la primera línea de la cosmética mundial se debe contar con la tecnología más vanguardista y variada. En este sentido, Shiseido está complementando su potente I+D por la vía de la adquisición de compañías que han desarrollado y patentado las innovaciones más disruptivas en belleza. Radicada en Massachusetts (EEUU) y fundada por un cuadro de prestigiosos científicos, Olivo Laboratories ha protagonizado avances en el campo dermatológico mediante biomateriales, como es el caso de XPL «Segunda piel». Se trata de una capa de polímero reticulado que simula una piel artificial transpirable, flexible e imperfectible, casi invisible, capaz de brindar unos beneficios que no han alcanzado los cosméticos tradicionales ni la cirugía estética.
Estos activos unidos a la capacidad de I+D de Shiseido impulsarán el desarrollo de una nueva categoría de productos que mejoren el aspecto de la piel, así como su protección del sol. «La innovadora tecnología Second Skin de Olivo se unirá a la ya sólida cartera de innovación de Shiseido, que incluye la empresa de personalización de tecnología MatchCo, la compañía de belleza con inteligencia artificial Giaran y nuestra propia Optune, una plataforma digital personalizada de cuidado de la piel», ha recordado el presidente y CEO de la nipona, Masahiko Uotani.
Olivo Lab
Olivo Laboratories fue creada por científicos que gozan de un gran reconocimiento, como Robert Langer (profesor del Instituto David H. Koch del Instituto de Tecnología de Massachusetts) líder del equipo y fundador de la marca capilar Living Proof; Rox Anderson (jefe del Centro Wellman de fotomedicina en el Hospital General de Massachusetts) y Dan Anderson (profesor asociado de ingeniería química en el Instituto de Tecnología de Massachusetts) con el propósito de dar respuesta a necesidades dermatológicas no satisfechas, diseñando soluciones para afecciones médicas de la piel. En mayo de 2016 sorprendieron al mundo con su piel artificial que, además de borrar las arrugas y manchas de una piel envejecida, podía liberar fármacos para tratar patologías cutáneas.
Robert Langer, líder del equipo, ha apuntado que junto con Shiseido podrán «desbloquear el potencial completo de XPL Second Skin en una amplia gama de aplicaciones diferentes» no sin antes recordar que utiliza la ciencia para abordar problemas y resolverlos de forma satisfactoria, como ya demostró en 2005 cuando creó Living Proof.
Todo en esta operación parece señalar hacia un nuevo estándar en el cuidado de la piel.
