De la mano de la ciencia y bajo un enfoque sostenible, la innovación cosmética no cesa en una industria que continuamente presenta nuevos conceptos revolucionarios. El sector está respondiendo a las demandas de la sociedad adoptando un enfoque ético a la vez que impulsa la eficacia de nuevas soluciones cosméticas apostando de lleno por la química verde.
¿Qué hay de nuevo en innovación cosmética en 2024?
Las últimas tendencias cosméticas abogan por reducir la cantidad de pasos del ritual de cuidado facial, simplificándolo a favor de fórmulas de mayor calidad y eficacia. Es lo que se conoce como «Skin Streaming», apunta Mª Paz Pellús, farmacéutica especializada en cosmética y dermofarmacia y evaluadora de seguridad de cosméticos.
«Generalmente, se trata de rutinas de tres pasos: limpieza, tratamiento y fotoprotección», explica y matiza que siempre se pueden personalizar según el tipo de piel y la época del año. Otra tendencia es la «Skinificación Corporal», que el año pasado ya tuvo su representación en la categoría de cuidado capilar y ahora llega también al cuerpo con nuevos gestos propios del cuidado facial, apunta.
«En 2024 va a tener impacto la psicodermatología y la neurocosmética. Se prioriza el bienestar cuerpo-mente y ganan relevancia los ingredientes adaptógenos, gracias a su relevancia para aliviar el estrés», revela.
Es el caso de la nueva línea Source, de Payot, diseñada como un ritual de cuidados adaptógenos de hidratación, al contener hongo Reishi, que refuerza la función barrera de la piel y su resistencia a factores de estrés medioambiental, y al alga bretona, que repone la hidratación de la piel y reactiva su poder hidratante natural.
Química verde
La biotecnología ha traído consigo innovaciones clave para el avance de la ciencia cosmética, revolucionando la manera en la que se desarrollan y formulan los cosméticos. Por ejemplo, ha permitido producir ingredientes bioactivos a partir de fuentes naturales de manera más sostenible y eficiente que los métodos tradicionales de extracción.
Desde Vytrus Biotech, Óscar Expósito, CEO, CSO y cofundador de la compañía, explica cómo, gracias a la biotecnología, se trabaja con tecnología de células madre vegetales, lo que permite el cultivo de líneas celulares completas a partir de una única célula madre de planta. «Esta innovación es una solución sostenible, al ahorrar más de 99% de agua y suelo cultivable frente a métodos convencionales», sostiene Expósito.
La compañía está especializada en el desarrollo de ingredientes activos derivados de la biotecnología vegetal que revitalizan la piel a nivel celular, como es el caso de la Centella Asiática, cuyas células madre tienen la capacidad de revertir la senescencia celular así como fortalecer la reparación y protección del ADN.
Visto el potencial de la biotecnología en el futuro de la cosmética, L’Oréal ha invertido en la startup biotecnológica Debut que ya ha presentado su primera marca cosmética, Deinde.
Enrique Niza, CEO de Naplatec, empresa spin off de la Universidad de Castilla-La Mancha y el CSIC, indica que el sector cosmético es uno de los que más utiliza plantas modificadas genéticamente para obtener ingredientes cosméticos, vitamina C, proteínas o factores de crecimiento capilar, por citar solo algunos ejemplos. Niza subraya que son seguros para los consumidores y el medioambiente y se ajustan a las legislaciones europeas. El proyecto sobre el que trabaja se centra en las propiedades del Tomafrán, un híbrido genético de tomate y azafrán. «El Tomafrán es la primera planta de tomate cuyos frutos pueden producir crocinas y otros carotenoides que solo podemos encontrar en el azafrán». Estas sustancias tienen acción antioxidante, antiarrugas, fotoprotectoras y despigmentantes. La compañía espera tener la primera producción de este tomate a escala industrial antes de verano para, a partir de ahí, generar extractos interesantes para fines cosméticos.
Nanotecnología
Las partículas a escala nanométrica ofrecen un campo de estudio muy prometedor para la cosmética pero también grandes retos para garantizar su empleo seguro y efectivo, debido a su alta capacidad para penetrar en la piel. Iris Usach, profesora ayudante doctora del departamento de farmacia de la Universidad de Valencia, expone que, entre los nanosistemas más prometedores en cosmética, destacan los liposomas, las nanoemulsiones, las nanopartículas lipídicas sólidas, las nanocápsulas, los hidrogeles y los dendrímeros.
«Los sistemas nanotransportadores presentes actualmente en el mercado están destinados a la hidratación, nutrición, protección y tratamiento de la piel», detalla.
Para dar respuesta a las preocupaciones sobre su seguridad, Usach aclara que una de las prioridades de la industria cosmética es la realización de numerosos estudios de seguridad. ¿Su ventaja principal? «La capacidad que tienen para alcanzar las capas más profundas de la piel, aumentar la biodisponibilidad de los activos y actuar como reservorio, prolongando su efecto para conseguir resultados eficaces y visibles desde las primeras aplicaciones», detalla.
Probióticos
Nuestro cuerpo está habitado por un conjunto de microorganismos conocido como microbiota. Lo encontramos en el sistema digestivo, en la boca y en la piel. Begoña Ruiz, directora de tecnologías de AINIA, explica que cuando la microbiota dérmica pierde su equilibrio, se pueden producir alteraciones visibles en la piel.
«Los probióticos son microorganismos beneficiosos que contribuyen al equilibrio normal de la microbiota y su inclusión en las fórmulas cosméticas tiene por objetivo evitar dichas alteraciones», subraya.
¿Cómo se trabaja con probióticos en cosmética? Ruiz señala que es un reto complejo puesto que estas fórmulas contienen sustancias antimicrobianas para asegurar la calidad y seguridad del producto durante su empleo. «Por este motivo, en AINIA trabajamos con técnicas de microencapsulación y mejora de la resistencia de los probióticos de uso cosmético, con el fin de poderlos incluir en las fórmulas cosméticas en su forma viable, preservando su actividad y garantizando la seguridad del producto», puntualiza.
De cara al consumidor, hay que aclarar que probióticos y prebióticos no se refieren a lo mismo: los prebióticos no son microorganismos, sino sustancias que promueven su crecimiento. Para entenderlo, serían «el alimento de los probióticos», precisa la experta.
Sostenibilidad y upcycling
La naturalidad y la sostenibilidad van de la mano en los avances científicos que impulsan la innovación cosmética. Como explica Sílvia Martínez, Marketing Manager Personal Care Spain & Maghreb, de BASF, las tendencias en cosmética pasan por productos naturales, biodegradables y sostenibles.
La compañía ofrece alternativas de este tipo a productos que han tenido tradicionalmente un origen petroquímico como son los polímeros sintéticos y las siliconas. Ejemplo de ello son los emolientes 100% naturales, desarrollados por Basf como Cetiol Softfeel, alternativa a la vaselina; Cetiol Ultimate, alternativa a las ciclometiconas, y la gama Verdessence®, que ofrece el mismo rendimiento que los polímeros sintéticos.
Otra iniciativa interesante es el upcycling, que consiste en el aprovechamiento de los residuos agroalimentarios. Esta experiencia se compartió durante una jornada organizada por Feeling Innovation by Stanpa en colaboración con CSIC el pasado mes de febrero. Tanto Carmen Martínez como Mar Villamiel expusieron cómo se obtienen ingredientes naturales útiles en cosmética a partir de subproductos y desechos.
Pro-aging, aceptar el envejecimiento
Aunque uno de los enfoques de la cosmética es actuar contra los signos de la edad, la tendencia pro-aging está ganando cada vez más apoyos. Algunos expertos apuntan a que el término anti-aging está pasado de moda y que las consumidoras quieren que se den respuestas a sus inquietudes desde otra óptica que les ayude a sentirse bien en su piel, independientemente de la edad…
Reportaje publicado en el número 95 de la edición en papel de NewsFragancias, suscríbase para leer la entrevista completa (newsfragancias@newsfragancias.com).