Jil Sander da un nuevo paso en el mundo de la perfumería con el lanzamiento de Olfactory Series 1, su primera colección de fragancias premium, desarrollada en colaboración con Coty. La colección, que se ha presentado en Milán, refleja el enfoque vanguardista de los directores creativos de la marca, Lucie y Luke Meier, quienes han fusionado botánica y tecnología en una serie de seis fragancias unisex diseñadas con una filosofía de minimalismo radical.
Jil Sander y Coty apuestan por la fusión de naturaleza y tecnología
Según explica la firma, el objetivo era recalibrar las proporciones tradicionales y crear composiciones que utilizaran solo lo esencial: fragancia, ingredientes naturales clave, moléculas sintéticas de aldehídos, alcohol reciclado y agua.
Las fragancias de Olfactory Series 1 han sido creadas por cinco perfumistas de renombre bajo la dirección de Lucie y Luke Meier. Cada una de ellas está compuesta únicamente por tres ingredientes naturales, aldehídos y una base de alcohol de emisiones de carbono recicladas. La colección busca reinterpretar la perfumería desde la simplicidad y la innovación, elevando lo cotidiano a experiencias olfativas inéditas. Su idea era generar fragancias «verticales, inesperadas pero confortables», desprovistas de todo accesorio innecesario.
Las seis fragancias de Olfactory Series 1
- Leaf (Julie Massé): Verde y electrizante, con notas de lima reciclada, cardamomo y menta india.
- Miel (Mathilde Bijaoui): Amaderada y magnética, con cedro reciclado, vetiver y jazmín.
- Black Tea (Nathalie Lorson): Especiada y ambarina, con té negro, canela reciclada y osmanthus.
- Earth (Julie Massé): Inspirada en la lluvia, con rosa damascena, rosa centifolia y pachuli.
- Coffea (Paul Guerlain): Floral y ambarada, con café, lirio reciclado y bálsamo del Perú.
- Smoke (Berenice Watteau): Ahumada y especiada, con cedro reciclado, cade y elemi.
Un frasco con identidad propia
El diseño de los frascos ha sido desarrollado en colaboración con el prestigioso estudio Formafantasma. Su intención era romper los códigos establecidos de la cristalería tradicional y trasladar su enfoque artesanal a un proceso de producción industrial, combinando así la alta artesanía con la tecnología avanzada. De esta manera, cada pieza es única. El tapón de aluminio blanco, en forma de campana, protege la fragancia de la luz y refuerza el carácter distintivo de la colección.
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