Lancôme premia a sus consejeras

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Ganadoras y jurado del programa Embajadoras, de Lancôme. De izqda a dcha: Albina Estévez, jefa de formación de Lancôme; Mª Carmen Bermúdez; Angels Vintró; Ana Jaureguízar, directora de Lancôme; María Benito, directora de grandes almacenes para L’Oréal Lujo; Rosa Pérez y José María Gordillo, responsable de perfumería y cosmética de ECI Castellana.
Ganadoras y jurado del programa Embajadoras, de Lancôme. De izqda a dcha: Albina Estévez, jefa de formación de Lancôme; Mª Carmen Bermúdez; Angels Vintró; Ana Jaureguízar, directora de Lancôme; María Benito, directora de grandes almacenes para L’Oréal Lujo; Rosa Pérez y José María Gordillo, responsable de perfumería y cosmética de ECI Castellana.

El pasado 12 de noviembre se celebró, en El Corte Inglés de Castellana, la final del Programa Embajadoras, con el que Lancôme forma a sus consejeras de belleza y reconoce su saber hacer.

En el stand de Lancôme ubicado en el centro de Castellana, se desarrolló la última fase del certamen, en la que once candidatos, diez mujeres y un hombre, optaron con emoción a ser los mejores embajadores de la marca este año 2014. “Están emocionados porque es la mejor recompensa que pueden tener, el reconocimiento a su trabajo durante todo el año. Cada uno en la maison de su ciudad, vive muy volcado con su mujer Lancôme, a la que cuida y mima cada día. Se merecen este premio”, declaró el maquillador de Lancôme en España, Roberto Siguero.

Las tres consejeras vendedoras fueron Rosa Pérez, de Madrid; Angels Vintró, de Barcelona y Mª Carmen Bermúdez, de Málaga, que recibieron los premios de manos de la directora de Lancôme, Ana Jaureguízar; el maquillador Roberto Siguero; el responsable del área de perfumería y cosmética de El Corte Inglés de Castellana; y la directora de grandes almacenes para L’Oréal Lujo, María Benito.

Tal y como destaca la directora general de Lancôme, Ana Jaureguízar, la felicidad es la forma más atractiva de la belleza, y que la felicidad no es el destino sino que reside en el viaje. “Por eso, hacemos que nuestras consejeras sean parte fundamental de este viaje, porque ellas son las artífices de que cada mujer que venga a Lancôme para ponerse más guapa salga más feliz”. La marca se ha propuesto que sus consejeras se comporten como la mejor de las anfitrionas para que las clientas se sientan bien guiadas en la experiencia de compra que debe resultar cálida y fabulosa. El objetivo es que al compartir sus consejos y conocimientos, las clientas no solo se vean más guapas, sino que se sientan más felices. La clave está en saber escuchar, como explica la directora de formación de la marca, Albina Estévez: “Cuando una mujer sabe que quien tiene enfrente se preocupa de qué necesita y le proporciona los medios para verse guapa, inmediatamente se siente mejor, más feliz”.

Buscar la excelencia es el motivo por el que la firma ha creado el Programa Embajadoras, un reto lanzado a las 120 consejeras propias de la marca, que persigue la constante formación, el compromiso y la identificación con los valores de la marca. Durante un año han recibido formación en atención a la clienta, didáctica y conocimiento de los ejes de tratamiento, maquillaje y fragancias, y durante siete meses han puesto a prueba sus habilidades para conseguir el premio a la Mejor Embajadora de la marca.